En el encuentro del mes que viene, fuentes oficiales anunciaron que los funcionarios y técnicos de Argentina y Brasil analizarán el proceso de evaluación de los proyectos que giran en torno a la construcción de la represa de Garabí, que compartirán Corrientes y Misiones (Argentina) con el Estado de Río Grande Do Sul (Brasil). En este aspecto, cabe recordar que la última reunión por este tema entre técnicos y funcionarios de las provincias argentinas y del estado del sur brasileño, se desarrolló un mes atrás en la localidad de Santo Angelo, en el vecino país. De esta manera, la reunión en Corrientes servirá para continuar las conversaciones vertidas durante el encuentro.
Si bien hasta el momento los funcionarios de ambas provincias y de Brasil no se han puesto de acuerdo en el lugar donde se construirá la represa, uno de los proyectos propone la ubicación de la hidroeléctrica a unos cinco kilómetros aguas abajo de la localidad correntina de Garruchos y a siete kilómetros del límite entre nuestra provincia y Misiones. No obstante, la coordinadora de Relaciones Exteriores de la provincia, Gabriela Basualdo, señaló ayer a un portal de noticias capitalino que tanto la ubicación exacta como la empresa que se abocará a la construcción no fueron resueltos hasta el momento.
Cabe recordar también, que la iniciativa de construir una represa hidroeléctrica en la zona de Garabí no es nueva, sino que data de hace décadas. No obstante, durante varios años el proyecto se mantuvo archivado y fue reflotado en los últimos años como una necesidad casi “urgente” de construir.
CUESTIONADO
Tal como sucede en estos momentos con la instalación de las plantas de celulosa en las costas del Uruguay y los cortes de ruta que protagonizan ambientalistas para que estas industrias no se instalen en la vecina orilla de Fray Bentos, cabe recordar que al momento en que ambos países se encontraban planificando la represa Garabí, el proyecto fue severamente cuestionado por parte de organizaciones ambientalistas de la región. Entre los argumentos más fuertes de los ambientalistas se encuentran advertencias sobre el cambio en el ecosistema de la zona como la consecuencia inmediata de la construcción de la represa.
En este aspecto, hace poco más de una año el Gobierno de la vecina provincia de Misiones había anunciado la realización de un plebiscito entre la población de la provincia para ver cuál era la opinión, aunque meses más tarde los funcionarios misioneros dieron marcha atrás, quizá ante la presión que se encuentra ejerciendo el Gobierno nacional a través de la Secretaría de Energía para la concreción de la obra. Por su parte, hasta el momento el Gobierno correntino en ningún momento dio lugar a los cuestionamientos ambientalistas y solamente se ha dedicado a defender la realización del proyecto.