El 28 de julio se cumplieron 23 años de aquella noche en que el primer obispo de la Diócesis de Goya sufrió un accidente en el automóvil en que se trasladaba y perdió la vida trágicamente. Por ese motivo, en la segunda ciudad de la provincia, donde monseñor Devoto pasó 23 años al frente del Obispado, se realizaron una serie de actos conmemorativos.
La consigna era recordar al “padre Alberto”, como lo llaman las personas que compartieron diferentes momentos de lucha. Y en ese marco, El Litoral pudo conocer un poco más del trabajo incansable que monseñor Devoto compartió con las Ligas Agrarias, sus votos de pobreza y su elección de vivir en una “casita a orillas del río, con la gente pobre”, como recordó el padre Luis Niella.
En este marco, la Asociación Memoria, Derechos Humanos y Solidaridad (Medehs) organizó las “Jornadas por la plena vigencia de los derechos de los pueblos”, en homenaje “a quien fuera el primer obispo de Goya, incansable luchador por los derechos del pueblo en su compromiso de opción por los pobres que estuvo expresado en la organización de los campesinos a través del Movimiento Rural y, posteriormente, las Ligas Agrarias; el impuls de la formación de docentes comprometidos con la transformación liberadora de la sociedad; y su apoyo inclaudicable a los presos y perseguidos por la dictadura militar”, según versa la invitación de Medehs.
La primera actividad que se llevó a cabo fue el encuentro de Organizaciones Campesinas, el viernes último a las 14, en el Gimnasio del Instituto Santa Teresa de Jesús. Allí estuvieron representados la Federación Agraria Argentina, representantes de Organizaciones Campesinas, locales y de provincias vecinas, y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
El tema principal durante la jornada fue la tenencia de la tierra y la necesidad de acciones coordinadas por el logro de los objetivos, avances y proyecciones de los campesinos. Fueron lo oradores centrales en esa primera actividad el padre Luis Niella, Tadeo Solís del Foro Multisectorial por la Justicia y Pérez Esquivel.
El segundo día, el 28 de julio, la primera actividad fue a las 10 en la Plaza de la Memoria y la Democracia “Monseñor Alberto Devoto”, donde se descubrió un mural con los nombres de veinticinco personas de Goya y zonas vecinas que fueron desaparecidos y asesinados por la dictadura que gobernó el país entre los años 1976 y 1983.
Luego de los actos protocolares, el obispo de Goya Ricardo Faifer recordó a Monseñor Devoto diciendo que “fue un incansable luchador por los derechos de los pueblos, en su compromiso de opción por los pobres”. En este sentido, recordó que el padre Alberto caminó siempre junto a los campesinos a través del movimiento rural y posteriormente con las Ligas Agrarias; impulsó la formación de los entes comprometidos con la transformación liberadora de la sociedad, y apoyó a los presos y perseguidos por la dictadura militar.
Luego de bendecir el “Mural de la Memoria”, el obispo diocesano le cedió la palabra al sacerdote José Luis Niella, quien recordó algunas anécdotas vinculadas con el primer obispo de Goya. Entre otras cosas, destacó el interés que tenía por el Concilio Vaticano II, y señaló que "si hubo alguien que supo interpretar los signos de los tiempos fue precisamente él, y al venir a la Diócesis, supo comprender la idiosincrasia propia de los correntinos, no solamente comprenderla sino asimilar esa idiosincrasia".
Mensaje
En representación de Medehs, Juan Carlos Fernández, hijo de Eduardo "Lalo" Fernández, uno de los jóvenes goyanos desaparecidos durante el último Gobierno militar, dio lectura a un mensaje de la institución. Entre otras cosas, manifestó que “estamos nuevamente acá, acompañados por más familiares, amigos, compañeros y organizaciones hermanas de distintos puntos del país, para dejar este Recuerdo-Monumento a nuestro obispo querido, monseñor Devoto y nuestros queridos y nunca olvidados compañeros de lucha".
Además, manifestó que en el mural “se materializa parte del legado de la memoria de nuestra generación a los más jóvenes porque nos hace reflexionar sobre los eternos anhelos que todas las sociedades humanas tuvieron sobre la solidaridad, la Justicia, la igualdad, la trascendencia, valores que proponen al hombre como centro de nuestras acciones y como nuestras sociedades lucharon para construirla".
Más adelante, después de ser declarado “Visitante Distinguido”, Adolfó Pérez Esquivel comentó la importancia de “recordar una figura que nos ha acompañado siempre, el padre obispo Alberto Devoto, un hombre que fue coherente, en su vida, entre el decir y el hacer. Este monumento, la recordación de compañeros y compañeras, secuestradas y desaparecidas, entre ellas religiosas, cuántos, y cuantas, pasaron por el sufrimiento, por su compromiso, con el pueblo”.
Finalmente, el intendente Ignacio Osella destacó el legado que dejó monseñor Devoto: el compromiso por los pobres, por los derechos humanos, por la educación, “como la gran igualadora en esa lucha contra la pobreza que llevaba adelante". Además, destacó su rol en el Concilio Vaticano II y apuntó que "el trabajaba en Roma y en Goya, y se comunicaba con los curas de su diócesis con sus cartas, ese trabajo de organización como única superadora de nosotros los mortales, es lo que hace que hoy estemos recordando a monseñor Devoto. Gracias señor Premio Nobel por estar acá y gracias monseñor Devoto por toda esta herencia", finalizó.