¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Se acalló la voz de Leo Gaudens

Por El Litoral

Martes, 26 de febrero de 2008 a las 22:00
Ayer, poco después del mediodía, falleció a los 74 años el periodista Leopoldo Gaudencio. Conocido como Leo Gaudens, desarrolló una valiosa y extensa labor en LT7, Radio Provincia de Corrientes, y en el diario El Litoral, que lo despide con profunda tristeza.
***
De sus tiempos de suboficial del Ejército, mantuvo siempre los rasgos de disciplina, y pese a su robustez y los años, conservó la prestancia del hombre juntando los tacos, con los manos apretadas a los costados y la mirada clara y amplia, fija en su interlocutor.
De su formación cristiana (fue cursillista), mantuvo firme sus principios y estuvo siempre al servicio de los demás.
De sus tiempos de locutor mantenía la voz estentórea y el silabeo claro y preciso, como cuando relataba “Malvinas, a Sangre y Fuego”, o cuando arrastraba la palabra “bommmmba”, haciéndola estallar en el apasionamiento que ponía en cada lectura.
De su profesión de periodista, no renunció jamás a su perspicacia y su pasión por la noticia.
De sus tiempos de alumno en la Escuela de Aprendices y navegante del Paraná después, atesoraba miles de anécdotas de las que se enorgullecía en cada reiteración.
De sus tiempos mozos, aún conservaba su pasión por el boxeo, relatando sus experiencias, mientras acompañaba a las palabras con el gesto enérgico y la mirada fija.
De su condición de hombre de bien, dejó la estela de una trayectoria humana, decidida siempre a servir a los demás, y jamás para servirse de nadie.
Todo esto y mucho más, ya fue.
Leo Gaudens (Leopoldo Gaudencio para la burocracia de los papeles) murió ayer. Justo al día siguiente del aniversario de las partidas de sus entrañables amigos y colegas Manuel Florencio Acosta y Hugo Ramón Vallejos.
Así de simple y contundente, como le gustaba acentuar la lectura de sus clásicos noticieros que por mucho tiempo identificaron en el aire de la región la presencia de LT7, Radio Corrientes.
Tenía la precisión de un reloj en la entrada y salida a nuestra Redacción, donde no solo atendía sus tareas, sino que también recibía incesantemente a gente que recurría a él en busca de un consejo o la esperanza de superar algún mal.
Así era Leopoldo Gaudencio, ese desconocido. Así era Leo Gaudens, o Leo a secas, el locutor más conocido y mejor identificado de los últimos tiempos.
Cuando su salud comenzó a resentirse, se codeó con la muerte con la misma soltura que con una noticia cualquiera. Su profunda fe lo levantó una y otra vez, pero el desgaste físico continuó sin pausas. Hasta que el cuerpo dijo basta.
Este noticiero no se cierra aquí. Porque su ejemplo, su amistad, su militarizada disciplina, su mirada transparente resaltando sobre su piel morena y su voz sin igual, siguen en el aire. En el entonces Comando de Brigada, en los estudios de la radio, en los largos periplos sobre el río, en nuestra Redacción. En la ciudad toda.
***
Leo Gaudens falleció ayer a la edad de 74 años. Sus restos, que son velados en la funeraria ubicada por San Juan casi Rivadavia, serán inhumados a las 11 de hoy en el cementerio San Juan Bautista.

Últimas noticias

PUBLICIDAD