Una fecha muy importante en los anales del boxeo correntino sin duda es el 1 de septiembre de 1979, cuando el correntino Ricardo Arce, se consagraba campeón argentino de los medianos, categoría en la que reinó Carlos Monzón, al derrotar en apretada y vibrante pelea al porteño Rubén Pardo, por puntos y en fallo dividido, en el legendario Luna Park de Buenos Aires.
Quien esto escribe, tuvo ocasión de cubrir esta pelea en el Luna, y seguir de cerca el combate, enviado por El Litoral, que hizo un amplio despliegue.
Las fotos fueron tomadas por el ya retirado colega reportero gráfico Omar Vallejos, en una noche muy especial por lo que estaba en juego.
Fue una velada histórica para el pugilismo correntino, porque esa noche se consagró el segundo campeón correntino en historia (el primero había sido el goyano Aldo Gamboa, que le ganó a Alfredo Bunetta en la década del 60) oriundo de nuestra capital.
Esa noche toda la provincia estuvo expectante, a través de la transmisión televisiva y radial, de este acontecimiento deportivo que despertó inusual interés en toda la región. No olvidemos que en esa época no habían los medios de comunicación actuales, como Internet, portales digitales, etc. Había que elaborar toda la información.
Ricardo Arce llegó a esta instancia ante Pardo, con una vasta campaña como aficionado, habiendo sido representante argentino en el Campeonato Mundial de Cuba (1974) y los Panamericados de México (1975) bajo la conducción de quien lo acompañó hasta el final de su carrera como técnico, el ya desaparecido Eduardo Román. Luego se pasó al profesionalismo y allí enfrentó a los mejores valores de la época, como Juan Carlos Bogado, Alfredo Cruz, el uruguayo José María Flores Burlón, José Alberto Vega, Camilo Gaitán y Alberto Almirón, entre los más conocidos.
La Pelea.
Esa noche el Luna Park estuvo invadido por correntinos, que se instalaron en gran parte de la tribuna popular, más conocida como “la leonera”, para alentar desde temprano al correntino Arce, quien no defraudó a la numerosa concurrencia.
Desde el comienzo Arce (72, 200 Kg.) salió con todo su empuje para llevarse por delante a Rubén Pardo (72, 300 Kg.) con gran actitud. Pero el campeón era difícil, retomó el control del combate y con oficio, capeó el temporal que en los primeros rounds impuso el correntino, con golpes largos, especialmente la derecha en cross o en swing, que dieron muchas veces en el rostro del campeón.
Del 6º al 8º asalto, Pardo pareció encontrale la vuelta al boxeo del visitante, y lo tuvo a mal traer, con agilidad, entrando y saliendo con golpes cortos y acorralándolo varias veces contra las cuerdas, pudo imponer su estilo, que no era fácil de sobrellevar. Hasta allí la cosa estaba muy pareja, y se definiría en los cuatro últimos rounds.
Pero Arce no se desesperó y siguió en lo suyo, y en el 9º conectó a Pardo con poderosos golpes, que hicieron retroceder al monarca, temeroso de la potencia y la pegada del correntino, allí se produjo la segunda caída (la primera fue un resbalón en el 3º) que tampoco tuvo conteo, pero fue un alerta para Pardo. El púgil porteño no quiso entrar en la lucha corta, donde perdía, pero en los últimos tres asaltos no tuvo más remedio que aceptarla, porque Arce se le fue encima con todo, poniendo su guapeza y coraje en el ring, sabedor que allí se jugaba el ganar la pelea, que era muy cerrada para los dos.
El desgaste de los últimos rounds fue para ambos, pero mientras el correntino sacó fuerzas de flaqueza y se lanzó a un último intento, pujante y constante, motivado por su ambición de ganar el título, Pardo no pudo volver a encontrar su línea de boxeo y fue desbordado por un entusiasta y efectivo Arce. El campeón se fue quedando y apagando, superado por un rival que llegó mejor físicamente al tañido final de la campana, con mucha actitud, y allí perdió, aunque por muy poco.
La lectura de las tarjetas tuvo mucho de suspenso: la primera,de Giusti, le dió 117-116 a Pardo, silencio en la parcialidad correntina; la segunda, de Di Carlo, fue para Arce por 119-117, las cosas estaban hasta allí empatadas, y la tercera tarjeta sería la que definiría el pleito. Stern vio ganador a Arce por 118-117. Algarabía,, gritos y sapucays poblaron la tribuna de correntinos que alborozados saludaron largamente al segundo campeón nacional de Corrientes. Luego de festejar largamente en el estadio, se fueron por Lavalle y luego por Corrientes arriba, con la alegría de haber visto una buena pelea y una nueva consagración de un correntino.
El gobernador en esa época, general Luis Carlos Gómez Centurión, le envió un conceptuoso radio despacho, felicitándolo por su logro. También coincidieron en la justicia del triunfo figuras como Martín Karadagián, Hernán Santos Nicolini (periodista de boxeo), José Menno (ex púgil), Andrés Selpa, Horacio Accavallo, Ramón La Cruz, Juan Carlos Lectoure y Ricardo Arias (periodista), entre los más conocidos que estuvieron a la vera del ring. Una noche memorable e histórica para el boxeo correntino.
POR FRANCISCO VILLAGRAN.