Los paradores de la costanera permanecen cerrados luego de la clausura municipal impuesta hace dos semanas.
Con la realización de la primera noche de carnaval, las discotecas de la costanera Sur vieron mermar la concurrencia de público. La puja por el escenario de la noche llevará a los empresarios a buscar una reunión con los organizadores de los desfiles para consensuar medidas que pongan en equilibrio los intereses de ambas partes y no afecten el negocio de los locales nocturnos.
Algunos boliches de la costanera Sur, sobre la avenida Juan Pablo II, se vieron “tapados” por la instalación de tribunas del carnaval y debieron recurrir a un cambio de hábitos para que las personas ingresen a las pistas. Una de las alternativas de la noche del viernes fueron las boleterías al aire libre y la circulación peatonal hasta los accesos.
Para la realización de los carnavales en la costanera Sur se cortaron la avenida costanera Sur y calle Lamadrid (entre otras), donde está emplazado el corsódromo y se realiza la concentración y circulación de comparseros.
Así, los accesos a los dos boliches habilitados de la zona se vieron limitados.
A pesar del vallado ubicado en la costanera, a metros de calle Lavalle, los organizadores de los carnavales dispusieron una entrada alternativa para que los clientes pudieran ingresar al boliche ubicado en costanera Sur y Necochea. “Gracias a la organización de los carnavales, nuestros clientes pudieron acceder al local por la bicisenda, y para lo cual tuvimos que poner una boletería cerca del vallado”, aseguró Federico Cheme, dueño del complejo bailable.
En el boliche ubicado en el predio del club Boca Unidos, al otro lado del corsódromo, el vallado y la prohibición de circular por calle Lamadrid limitaron el acceso, siendo la única manera de llegar mediante la bicisenda cercana al río Paraná.
“El primer fin de semana va a ser difícil, por lo que realizamos una prueba piloto para medir las consecuencias de los carnavales y así no tener que tomar ninguna decisión apresurada”, indicó Marcelo Ingold, propietario del local.
Allí el público no fue el de siempre, ya que el empresario reconoció que cayó la demanda de entradas.
“Si alguien quiere llegar hasta acá solamente puede hacerlo caminando por la bicisenda y en caso de tener un auto debe dejarlo después del puente, lo que es peligroso”, agregó Ingold.
De esa manera a partir del martes el propietario presentará al organizador del carnaval una propuesta para la habilitación de calle Lamadrid para el ingreso de los clientes. “Debido a la buena relación que tenemos con Fernández Affur, vamos a pedirle que se pueda acceder por Lamadrid, así no molesta ni corta al carnaval y nos permite recibir a los clientes sin inconvenientes”, explicó el propietario.
“Nosotros queremos que el carnaval triunfe y sea un éxito para todos, pero también queremos cuidar nuestro negocio”, finalizó Ingold.