Luego de que el Consejo Superior de la Unne postergara una definición al proyecto para homenajear a los 50 universitarios desaparecidos en la dictadura, ayer el rector Valdés comprometió la realización de una serie de actividades oficiales en torno a la conmemoración. Junto a colaboradores y un grupo de representantes de “Memoria Universitaria”, el directivo pidió a las organizaciones de Derechos Humanos y estudiantiles, confluir en los recordatorios y abrió la posibilidad de encarar a lo largo del año una serie de eventos.
En la mesa de trabajo conformada ayer se propusieron realizar una conferencia de prensa el martes próximo para difundir las alternativas que se manejan, consistentes en el descubrimiento de una placa alusiva en el salón de sesiones del Consejo Superior de la Unne, el lanzamiento de un libro con las historias de vida de los 41 estudiantes, 8 egresados, 2 no docentes y un decano de esa casa de estudios desaparecidos por la dictadura, la realización de un mural e incluso, la producción de un material audiovisual, en el que trabajaría la Federación Universitaria del Nordeste (Fune).
Pero además, se propondrá, a través de la Comisión del Bicentenario de la Unne, la colocación de placas en cada facultad donde se desempeñaron las víctimas de los años de plomo.
Por Memoria Universitaria participaron Hilda Presman, Arnaldo Gómez, Rolando Miño, Sofía Domínguez y María Amelia González, hermana del decano de la Facultad de Química, en Misiones, que desapareció en 1978.
Los representantes de la Unne en tanto fueron Valdés, Angel Fusco, Mario Doldán y las autoridades de la Fune.