Vale señalar que el oso hormiguero gigante está oficialmente catalogado como en peligro de extinción para la Argentina y desapareció de la provincia de Corrientes a mitad del siglo XX. Actualmente, tanto el Estado correntino como la fundación están recreando una población de este mamífero en la estancia Rincón del Socorro, propiedad del filántropo Douglas Tompkins.
Para ello, además contaron con el apoyo de los gobiernos de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Jujuy, quienes han aceptado do-nar animales para que la especie recobre su presencia en territorio correntino. Este proyecto cuenta con 11 animales viviendo en libertad, dos de los cuales han nacido en la reserva a partir de animales procedentes de cautiverio, que fueron liberados en la zona, y otros 8 animales en instalaciones de manejo que serán liberados en la próxima primavera.
Por otra parte, en las últimas semanas ve-rificaron el nacimiento de dos crías de venado de las pampas en la estancia San Alonso, también propiedad de CLT, y actúa como reserva natural privada dentro de la Reserva del Iberá. El venado de las pampas fue en su momento uno de los mamíferos más abundantes de la Argentina, poblando los inmensos pastizales naturales del país.
Hasta hace un año contaba únicamente con cuatro poblaciones en todo el país, estimadas en unos 2 mil ejemplares. Esto hace que, al igual que el oso hormiguero, esté clasificado oficialmente como “en peligro de extinción” en la Argentina.
Las dos crías de venado serían las primeras que nacerían dentro de la que es la quinta población del país, la cual fue establecida en el interior del Iberá en el 2009 a partir de ejemplares procedentes de los bañados del Aguapey, en el área que rodea a la Reserva del Iberá.
Desde CLT señalan que esta recuperación gradual de especies de fauna amenazadas en el país, demuestran que los esfuerzos combinados de ONG, gobiernos y ciudadanos pueden ofrecer resultados concretos en este campo. A esto habría que sumar el hecho de que otros animales como el ciervo de los pantanos (considerado como Monumento Natural correntino, al igual que su pariente, el venado de las pampas), los carpinchos y los yacarés están aumentando su número dentro del Iberá.
“Todo esto apunta a que en los lugares del Iberá donde el Gobierno actúa como ente garante de los recursos naturales y ONG como CLT desarrollan proyectos concretos de conservación, se puede lograr la recuperación de la vida silvestre correntina”, admiten desde la fundación.