Wade, quién recorre los ríos del mundo en busca de los monstruos que habitan en agua dulce, llegó a la Argentina y a Corrientes por porque le hablaron de un pez que no conocía, que habitaba el río, tenía una forma que atemorizaba y se había cobrado la vida de dos niños y varias cabezas de ganado en las riberas del Paraná.
Para atraparla, Wade estuvo día y noche durante dos semanas, pescando con distintos equipos, ayudado por un guía local en varios puntos del río. Finalmente, la raya, se mostró desafiante con un lomo brillante sobre el agua.
Una vez en la orilla el biólogo describió que la cola del animal es un arma letal “porque la usa como una gran masa medieval con clavos oxidados, que mueve con fuerza y tiene dos aguijones con veneno”.
Al devolverla sana y salva al río Paraná, Wade señaló: “he pescado en todos los ríos del mundo por cuatro décadas pero atrapar un monstruo como este me hace pensar cuánto mas hay aún por descubrir”.