(*) POR LAURA DUARTE GALARZA
Pole Dance” o más conocido como “baile del caño”, es una disciplina artística que se popularizó en el programa de Marcelo Tinelli, sin embargo detrás de esta danza hay una correntina que fue la pionera en llevarla a la práctica en el país y en otros de Latinoamérica.
Nacida hace 33 años en Curuzú Cuatiá, Mara Latasa Saloj dejó a los 18 su ciudad natal para seguir una carrera universitaria en Buenos Aires. Allí se recibió de Licenciada en Marketing y Administración de Empresas, además de obtener un posgrado en negocios. Sin embargo, hace 5 años dejó su profesión para dedicarse a esta curiosa arte de la destreza y sensualidad.
Fue un viaje a Estados Unidos lo que le hizo un “click” en su vida y desde allí todo cambió. “Viajamos por cuestiones laborales de mi esposo a Miami, y a pocos metros del hotel había un gimnasio donde estaban dando clases de pole dance. Me llamó la atención y me gustó tanto que decidí especializarme en ella y llevar esta disciplina a la Argentina”, recordó Mara a www.ellitoral.com.ar
“Justo en ese momento en Showmatch comenzaba a sumarse como uno de los ritmos el baile del caño, en el certamen Bailando por un Sueño”, acotó.
Con base en el baile -además de licenciada es profesora de danzas contemporáneas-, muy decidida la correntina dejó atrás su ocupación para dedicarse a esta disciplina. “Dejé mi trabajo en una empresa norteamericana muy importante para abrir mi escuela, Art Dance Studio. A la semana tenía 60 alumnas, al mes 330 y a los 6 meses ya estaba vendiendo mi primera franquicia”, rememoró Mara.
Hoy ya cuenta con sedes en barrio Norte, Belgrano y en la ciudad de Córdoba, y próximamente abrirá otra sucursal en Neuquén, adelantó a este medio. Incluso, hace 5 años organiza los certámenes para elegir a la Miss Pole Dance Argentina y Sudamérica que competirá en el campeonato mundial (ver aparte).
“Cambié el traje y los tacos aguja por las zapatillas de danza y el caño”, contó entre risas quien hoy ya cuenta con más de 40 empleados a su cargo.
Tinelli y el caño
Aunque este baile lo popularizó Tinelli desde su programa, para Mara “al comienzo Showmatch no ayudó, fue contraproducente, porque estaba más orientado a mostrar la parte erótica, que es lo que vende, pero esta es una actividad artística deportiva.
A medida que pasaron los años en el programa se empezó a mostrar más acrobacias y el jurado fue más exigente con los concursantes. Esta es la única disciplina que los participantes entrenan por más de un mes, el resto de los ritmos solamente en una semana”, contó Mara.
Junto al equipo de profesores de su academia, hace 5 ediciones se encarga de entrenar en el baile del caño a los famosos que participan del concurso televisivo de baile, el cual anoche regresó a la pantalla del 13.
Tabúes
Pese a su éxito, no fue fácil para Mara la aceptación social de esta danza en el país. “Había muchos tabúes, lo relacionaban con lo erótico, lo sexual. Incluso en mi familia no fue fácil aceptar que baile el caño, cómo iba a dejar mi trabajo prestigioso por esto”, puntualizó entre las críticas que al comienzo tuvo esta joven, hija de un médico y de una ama de casa.
Incluso “muchas alumnas venían a practicarlo a escondidas de sus parejas e hijos, algunas decían que eran clases de clásico. Pero después se soltaron más y empezaron a bailar con sus amigas, invitaban a sus compañeros de trabajo”, relató la joven empresaria.
Beneficios
Según contó Mara, bailar el caño tiene muchos beneficios para el organismo. “Primero, un componente psicológico fundamental porque levanta el autoestima. Además, por clase la persona quema entre 300 y 400 calorías, favorece al fortalecimiento muscular, mayor flexibilidad y elongación”, enumeró.
“Las mujeres no se dan cuenta de que están ejercitando el físico, ya que se concentran en que les salga el truco y son constantes por ello, eso lo diferencia de ir a un gimnasio, donde la rutina, la monotonía, hacen que después se abandonen las clases”, comparó la profesora.
En cuanto a los requisitos para este entrenamiento, “solamente se trata de una cuestión de actitud, hay alumnas desde los 16 años hasta señoras mayores, mamás que vienen con sus hijas a practicar”, dijo sobre esta práctica que ya tiene más de 50 escuelas en toda Latinoamérica.
Así transcurren los días de Mara Latasa Saloj, esta correntina que dejó su Curuzú Cuatiá en busca de un título universitario, pero que encontró en “el caño” su veta empresarial y exitosa.
(*) De la Redacción Web de El Litoral