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Es una joven investigadora, licenciada en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), comparte su experiencia respecto a sus investigaciones que apuntan a las estrategias y los proyectos de inclusión de diferentes actores sociales: el Estado, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones menos formalizadas.
"En Corrientes, el Estado a través de sus políticas mantiene una reproducción del orden social, no se rompen los patrones culturales", asegura Laura González Foutel, licenciada de 30 años, que llevó adelante una profundo estudio sobre los proyectos de inclusión de la última década.
Con una Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades con mención en Política y Gestión Pública de la Universidad Nacional de Quilmes, González Foutel comparte los beneficios que cosechó al formar parte del Centro de Estudios Sociales de la Unne. "Encontré un campo que me llevaba más a la sociología", destaca.
En cuanto a su trabajo acerca de las estrategias de inclusión de diferentes actores sociales, devela que "desde el Estado encontré una reproducción del orden social, la gente se acerca para solventar cuestiones básicas de subsistencia y lo que proponía el Estado no rompía los patrones culturales".
"Por ejemplo, en distintas áreas se ofrecían planes para tejido, costura, cocina, ladrillos y herrería. Las propuestas no cambian son las mismas desde hace años", explica.
Luego de varios años de investigación, González Foutel aún mantiene un "gran interrogante" sin respuesta: "Saber si la autoridades de la Administración Pública se dan cuenta de eso; si perciben que sus políticas de inclusión no rompen estructuras culturales".
"Son una mera reproducción de condiciones que ya estaban y que no logran una ruptura en el comportamiento de la gente, ni en la Administración Pública", agrega.
Consultada acerca de los motivos que conllevan a esta situación, la joven profesional considera: "El Estado es unidireccional no hay un espacio de participación con la comunidad".
"Qué tipo de ruptura puede ofrecer un grupo becario de Desarrollo Humano en las condiciones en que trabajan. Cómo se pueden posicionar ante alguien que les dice esto hay, esto se debe que hacer, este es el presupuesto. No hay un diagnóstico de las comunidades ni de los potenciales con que cuentan", reitera.
Como resultado del estudio, asegura que "la discusión gira en torno a quién responsabilizar por esto; a quién echás la culpa. Resulta complicado porque no quiero asumir un lugar que no me corresponde".
"Es todo un aprendizaje. A veces la gente cree que vamos a llevar soluciones, pero sólo hacemos de nexo. Buscamos cómo encausar sus inquietudes", aclara.
De los escollos que debió superar para avanzar en su trabajo, se queja del difícil acceso a la información en la Administración Pública. "En el área de Personería Jurídica me dijeron que tenían 5 mil expedientes de organización no gubernamentales que se encontraban sistematizados, pero que no podía acceder a ellos porque no tenían personal", se queja.
En cuanto a las organizaciones no gubernamentales, la licenciada no oculta su satisfacción por el protagonismo que alcanzaron. "Desde el estallido del ‘99, hubo un auge de las ONG y de los comedores. La gente se manifiesta a través del espacio público que ofrecen", devela.
"En ellas se analizaban cómo podían mejorar la calidad de vida de los vecinos porque el Estado no respondía a sus demandas. Fue la comunidad la que empezó a organizarse. Había organizaciones que estaban interesadas en conformar un espacio desde y para los jóvenes", detalla.
"La sociedad civil no es homogénea sino que hay diferentes estrategias para incluir o para interpelar la buena voluntad del vecino. Las organizaciones deben tener muy en claro a dónde quieren llegar para mantenerse en el tiempo", explica.
González Foutel se califica como una observadora y en ese sentido, no duda en afirmar que "la sociedad parece muy quieta para algunas cuestiones. Es como si siempre estamos diseccionados".
"No entiendo por qué la gente no se rebela de una vez y encabeza un quiebre de la cultura", concluye.
Actualmente, la licenciada realiza un doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Entre Ríos, con orientación a la política. Adelanta además que su próxima investigación será sobre la cultural política correntina.