Por los bachilleres del Colegio Nacional “General San Martín”, egresados en 1950.
El 28 de diciembre de 2012, a la edad de 79 años, falleció en nuestra ciudad el Dr. Jorge D. Liotti. Con algunos de nosotros se inició en la escuela primaria en el Colegio Salesiano en 1939. Con la mayoría nos encontramos en el Colegio Nacional “General San Martín” en el año 1946, hasta recibirnos de bachilleres en 1950.
En esos años nos fuimos formando con ansias de saber, con vocaciones que se afirmaban, buscando horizontes para nuestros sueños juveniles, viviendo nuestra maduración con sentido del humor, en medio de las picardías propias de la edad que nos llenaban de alegría. Ese fue el tiempo que consolidó una amistad indestructible que venció al tiempo. Después nos dispersamos por todo el país, en distintas universidades (sólo uno estudió en Corrientes).
Jorge D. Liotti se fue a estudiar Bioquímica a Rosario. De allí volvió con el título de Dr. en Bioquímica y con el amor de su vida que fue Martha, con quien formó una familia ejemplar, con hijos que crecieron en busca de excelencia.
Jorge se dedicó a su profesión consolidando un gran prestigio profesional, fue directivo y presidente del Colegio de Bioquímicos. Fue un ciudadano responsable, preocupado por los problemas de su tiempo. Siempre fue un hombre de fe, la que profesaba sin descanso. Participó así en diversas entidades vinculadas a la Iglesia Católica, entre ellas, los Ex Alumnos de Don Bosco, el Movimiento Nuestra Señora de Schoenstatt y los Profesionales Católicos, hasta sus últimos días.
Le gustaba el perfil bajo, pero acompañaba siempre a los amigos y era solidario en toda circunstancia. Lo llamábamos por su nombre, o lo identificábamos como “fratelli”, como le decía un viejo profesor que era amigo de su padre. Hace dos años, en diciembre, organizó en su casa un encuentro de los ex condiscípulos. Vino un investigador de prestigio de Rosario, otro de Buenos Aires que no veía a la mayoría de sus compañeros desde hacía más de 60 años. Fue una fiesta para el corazón.Jorge Liotti no pasó en vano por la vida. Vivió dignamente y consolidó un prestigio con su conducta. Agobiado en los últimos tiempos por un mal incurable, lo enfrentó con estoicismo y valentía y murió en paz, con gran fe, rodeado de los suyos.Sin duda descansa en paz en el reino de los justos y buenos de corazón.Sus condiscípulos del Colegio Nacional no lo olvidaremos.