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Caá Catí, un cálido pueblo a la vera de la laguna Rincón

Por El Litoral

Viernes, 08 de noviembre de 2013 a las 01:00
CALIDEZ Y TRANQUILIDAD. Esas son las características que hacen de Caá Catí un lugar para visitar. Amén de sus antiguas casonas de aleros amplios, sus calles de arena, la belleza de la laguna Rincón y el verde de la naturaleza que cubre cada rincón de la localidad.
ALGUNOS DATOS 130 Km desde la capital de Corrientes. 1.020 Km desde Buenos Aires. Son 12 hs. y 43 m. Límites: con el departamento San Luis del Palmar; con el de Berón de Astrada; con el de San Miguel y al sur con los de Mburucuyá y Concepción.
EN GENERAL PAZ
Cuentan los historiadores que la denominación de Caá Catí surgió antes que el pueblo mismo; fueron, posiblemente, los guaraníes quienes le dieron esta denominación. En el idioma originario de estas tierras correntinas, etimológicamente Caá Catí significa “monte de olor pesado”, debido a la intensa fragancia que se sentía y que distinguía al lugar. Caá equivale a monte o hierba; y Catí como equivalente de aroma intenso, que marea, y no para significar olor fétido. El pueblo es depositario de un rico patrimonio natural-histórico-cultural, declarado de Interés Turístico por Ley Provincial N° 4.346/89.
Como en muchos pueblos de Corrientes, la presencia de la Iglesia Católica fue de las primeras instituciones instaladas en el pueblo y centro de referencia, no sólo religioso, sino también social y cívico de los pobladores. Los relatos históricos del pueblo señalan que hacia 1713 los caacateños no tenían capilla y dependían de la parroquia de San José de las Lagunas Saladas. Desde entonces realizaron diversas gestiones ante las autoridades eclesiásticas, y finalmente en 1757 se oficializó la primera parroquia y en 1767 se la elevó a la categoría de Curato, siendo en esta época una de las tres existentes en Corrientes. Es hoy la patrona de la localidad, Nuestra Señora del Rosario.
Sus apacibles calles, la calidez de su gente y el bello marco que da la laguna Rincón, hacen de Caá Catí el lugar ideal para el relax y el descanso en familia. Para el verano el pueblo se prepara para recibir a los visitantes con diversas alternativas. Quienes hasta allí lleguen, pueden visitar sus museos, conocer el antiguo templo parroquial y degustar las más sabrosas comidas típicas.
“Las atracciones turísticas más importantes son el Balneario Municipal, la abundancia de esteros y lagunas que circundan a la ciudad, un rico paisaje natural con una amplia gama de especies vegetales ya admiradas en 1827 por el naturalista francés Alcides D’Ogbigny y publicados en su libro “Viaje a la América Meridional” (“A mi pueblo Caá Catí” del historiador Pedro C. Cabral).
El mismo historiador destaca que Caá Catí “es también cuna de poetas y de escritores que han trascendido el ámbito provincial, como es el caso de Juan Carlos Gordiolla Niella, David Martínez, José A. Alarcón, Rodrigo Galarza, Olga Piñeiro, Enrique Piñeiro”.

Tranquilidad y calidez
“Nuestro mayor atractivo es la laguna el Rincón”, reconoce Mónica Ojeda, la responsable del área de Turismo. “El pueblo ofrece la tranquilidad ideal para descansar. La naturaleza fue generosa con la zona del balneario. Allí los visitantes se pueden alojar en cabañas con todas las comodidades. Otra alternativa a las cabañas son los hospedajes, que tienen condiciones óptimas para estar tranquilos y cómodos”, aseguró.
“Siempre digo que Caá Catí en general, es como un spa natural, ideal para relajarse, por la tranquilidad del pueblo y la calidez de su gente”, expresó Ojeda.
“Declarada Patrimonio Cultural de Interés Turístico de Corrientes, Caá Catí está llena de rincones de naturaleza incomparable, campos y lagunas, y no se detiene al momento de brindarse plena a los turistas que quieran ser parte de sus bellezas”, se destaca en las promociones turísticas que se hacen del pueblo.
Al llegar al mismo, no se puede dejar de conocer el tradicional y típico almacén de ramos generales, conocido por los lugareños como El Asturiano. O recorrer las instalaciones de los dos museos, el Museo “Juan Carlos Gordiolla Niella” y Museo “David Martínez”. Allí se refleja la historia local que se inició a principios de 1700.
En la localidad se puede observar lomadas arenosas, palmares y bosques subtropicales. Esto permite el disfrute de los amantes del ecoturismo, que tienen como agregado la inmensidad de los verdes y la majestuosidad de sus cursos de agua.
Para los pobladores de la zona son ya clásicos los bailes de Navidad y Año Nuevo, pero también la tradicional fiesta del verano, cuya edición 2014 está programada para mediados del mes de enero, por supuesto, en la ribera de la laguna Rincón.
Otro de los acontecimientos característicos de la localidad es la antigua celebración de “Angeles somos”, que se realiza hoy, y cada día de “todos los santos”. Con las primeras luces del día, los niños del pueblo, muchos de ellos vestidos de ángeles, salen a recorrer las casas pidiendo dulces o “colación” (algún bocadillo dulce), a cambio de bendiciones para los habitantes de ese hogar. Alrededor de las 9 se congregan en la parroquia, donde reciben la bendición. 
Esta celebración continúa por la tarde, a las 17, en la que niños y adultos participan de la celebración eucarística, donde los bendecidos son los grandes, que saldrán luego a ofrecer serenatas por las calles del pueblo.
Casas antiguas de aleros acogedores, gente sencilla y cálida, naturaleza desbordante, propuesta ideal para visitar Caá Catí.

CYNTIA ROMERO

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