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La plenitud existencial se alcanza por procesos de integración

Por El Litoral

Lunes, 23 de diciembre de 2013 a las 01:00
Por Laura Del Piano

Integración significa "coordinación de las actividades de varios subsistemas para alcanzar el funcionamiento armonioso de un sistema mayor". Biodanza es, por definición, un sistema de integración de potenciales humanos.  
La unidad funcional del organismo se realiza por la coordinación de tres subsistemas: nervioso, endocrino e inmunológico.  La integración del organismo al medio ambiente se realiza por la acción del Sistema-Integrador-Adaptativo-Límbico-Hipotalámico (SIALH). 
Cuando los componentes de un sistema no están integrados, se dice que hay una "disociación".  Integración y disociación son términos antagónicos desde el punto de vista funcional.
Una medición profunda del mecanismo de las disociaciones, nos ha conducido a establecer cuatro grandes formas de disociación existencial: Disociación psico-somática,  Disociación entre la vida y la obra, Disociación entre el individuo y la especie, Disociación entre el individuo y la naturaleza.
Estas cuatro formas de disociación pueden ser reconocidas por diversos signos motores y psicológicos. El diagnóstico de las disociaciones permite  hacer las prescripciones terapéuticas de Biodanza.
En Biodanza, comenzamos por superar las "disociaciones" motoras, inducidas en gran medida por nuestra cultura disociativa.  Los ejercicios y danzas de integración tienen por objeto devolver al cuerpo su unidad. 
Entre los ejercicios de integración motora, podemos mencionar los siguientes: Integración sensorio-motora (danzas rítmicas), Integración afectivo-motora (ejercicio de integración pecho-brazos), Integración sensitivo-motora (ejercicio de placer cenestésico).
La integración con las personas se realiza mediante ejercicios de la línea de la afectividad (encuentro, grupo compacto, etc.).  La integración a la naturaleza se realiza mediante ejercicios de la línea de trascendencia (coro de caña divina, trance y suspensión).  Los ejercicios de integración van alcanzando niveles cada vez más profundos.
La integración afectiva y ontocosmológica representan los grados más elevados del ser humano.  El proceso ontogenético de individualización se alcanza por la integración de los potenciales genéticos bajo el impacto de ecofactores. Para las personas los ecofactores màs impotantes son los humanos. Los potenciales se integran recíprocamente y aumentan su potencia al coordinarse entre sí.
Lo que necesitamos para vivir es un sentimiento de intimidad, de trascendencia, de vinculación gozosa y de estimulante dicha. En esas necesidades naturales hemos puesto nuestros objetivos. 
Sabemos que la consistencia existencial no puede provenir de una ideología, sino de las vivencias en acción. Nuestra finalidad es activar, a través de la danza y ejercicios de comunicación en grupo, profundas vivencias integradoras.   
Clases semanales y talleres periódicos en Corrientes y Resistencia -  Leer màs: www.amorenmovimiento.

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