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El gran puente de encuentro

Por El Litoral

Viernes, 10 de mayo de 2013 a las 01:00
HISTORICO. Esta foto fue tomada luego del acto de apertura del puente, el 10 de mayo de 1973. Correntinos y chaqueños fueron y vinieron.
Las comunidades de Corrientes y Chaco están indisolublemente unidas por una historia compartida por el tránsito de unos 18 mil vehículos que cada día circulan sobre el puente General Belgrano; consolidando una de las metrópolis más grandes de la argentina constituida por ambas capitales provinciales.  Una breve historia para conocer cómo se construyó el primer puente argentino sobre el río Paraná. 

La prehistoria 
La relación entre las ciudades capitales de Corrientes y Chaco comenzó a ser fluida desde las primeras décadas del siglo XX cuando la vecina provincia se convirtió en territorio nacional. Desde entonces, los pobladores de ambas orillas iniciaron un proceso de integración que continúa hasta la actualidad, sin embargo hasta la construcción del puente General Belgrano la comunicación era dificultosa. 
Hasta 1973 - año de inauguración del viaducto - quienes debían cruzar el río Paraná debían hacerlo a través de "La Balsa" o la embarcación conocida popularmente como "El vaporcito". Largas esperas, correntosos viajes y límites en la infraestructura definieron la necesidad de construir un puente que uniera ambas provincias, pero principalmente que anule el virtual aislamiento en el que vivían Corrientes y Misiones, respecto del resto del país. 

El proyecto
Con la apertura de la Universidad Nacional del Nordeste y el fluido intercambio comercial entre ambas provincias se hizo indispensable la construcción de un puente. Lo reclamaban las asociaciones empresariales e industriales de ambos territorios y fue en la década del 60' que se tomó la decisión, bajo el Gobierno desarrollista de Arturo Frondizi. El objetivo perseguido era el de fortalecer las economías regionales y a la vez romper el aislamiento en el que se encontraba la región Mesopotámica. 
Las pobres finanzas locales no podían hacer frente a tamaño emprendimiento, por lo tanto se firmó primero un acuerdo interprovincial y más tarde un tratado con la Nación para el financiamiento de la obra. 
Finalmente, a través de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) - interesado en organizar las carreteras del Mercosur- se financió un 50 por ciento la mega obra: el primer puente argentino sobre el río Paraná. 
Las empresas contratistas fueron Ferrocemento S.A., Empresa Umberto Girola e Impresit-Sideco S.A quienes ganaron la licitación en 1967. El BID aportó un 50 por ciento de la obra con un interés muy bajo y a un plazo de 20 años.

La construcción
La obra se inició a finales de 1968, a cargo del  arquitecto Jean Courbon, un francés especialista en  trabajos de hormigón prensado cuya trayectoria incluyó puentes en Europa y Centroamérica. El contratista debía cumplir con uno de los principales puntos que había sido instituido en la licitación: trabajar con la mayor posible de mano de obra y materiales regionales. Sin embargo la mayoría de los ingenieros y de los técnicos eran italianos y porteños. 
En el plazo de siete años, unas 700 personas trabajaron en la obra que consistía en un puente de hormigón prensando suspendido mediante tensores, con vigas prefabricadas y dos velas. La ingeniería incluyó la edificación de pilotes de unos 50 metros con casi dos metros de diámetro. 

Tragedia
Casi al finalizar la construcción, unas 11 personas fallecieron en la mayor tragedia durante la obra del puente General Belgrano. Según recuerdan los memoriosos, la gran mayoría eran obreros que - alertados por la sirena del almuerzo - sobreexigieron a un ascensor montacargas que se desplomó desde más de 30 metros de altura provocando la muerte de todos sus ocupantes. La décimo segunda muerte, fue la de un técnico italiano que falleció electrocutado al caer la prueba de carga. 

Inauguración 
Superada la tragedia, los plazos previstos y el presupuesto establecido, la obra llegó a su fin. Su inauguración se realizó el 10 de mayo de 1973 durante la presidencia del General Alejando Lanusse. 
El acto fue emotivo y desconcertante. Había largas filas de automóviles esperando el corte de cinta y así poder transitar sobre el viaducto a una altura de 30 metros. Era una vista inédita.
La apertura de este camino marcó un hito en la integración de la Provincia de Corrientes y de la Mesopotamia en su conjunto con el resto del territorio nacional. 
Es que posibilitó una interacción mucho más fluida entre el Gran Resistencia y el Gran Corrientes, permitiendo que numerosos grupos de trabajadores y estudiantes vivan en una provincia y tengan sus actividades diarias en la otra. 
Según algunos autores esto convierte a Resistencia y Corrientes en un espacio urbano integrado de alrededor de 800.000 habitantes, conformando lo que sería una de las primeras metrópolis de la Argentina.
Proyección
En el año 2007 ocurrió un accidente, pero lo único que produjo fue una fisura superficial en una de las vigas del tablero que no afectó la resistencia del puente. Sin embargo, desde mediados de los años 90 el tráfico es muy superior a lo aconsejable, no sólo por la cantidad sino también por el peso y el tipo de carga, algunas muy peligrosas para pasarlos por el medio de una ciudad como la de Corrientes. Por esto mismo, está prevista la construcción de un segundo puente algunos kilómetros más al sur del mismo.
No obstante, estudios publicados recientemente aseguran que las bases y la estructura del puente General Belgrano pueden soportar sin mayores contratiempos un buen tiempo más los rigores del tránsito actual.
Andrea de los Reyes
Colaboración

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