EMPEDRADO
Con la mezcla ideal entre el crecimiento y las reminiscencias históricas, con típicas mansiones con trazas de la Belle Epoque de fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, las calles de Empedrado ofrecen al visitante un lugar ideal para el descanso y el disfrute familiar, embellecida por sus elevadas y coloridas barrancas. La Perla del Paraná, protegida por sagrados maderos que han iluminado estos 187 años de vida, y bendecida por el río, tiene enlazados su festejo cívico por el aniversario de su fundación con la celebración patronal de Nuestro Señor Hallado.
Los registros históricos señalan un documento de Manuel Florencio Mantilla en el que se lee: "Existía una forma de ranchería alrededor de la capilla, que los vecinos consagraron al señor Hallado". Así se unen el nacimiento cívico a las raíces católicas de sus primeros pobladores.
En 1826, "el gobierno compra a Dionisio Suárez un terreno para el pueblo de Empedrado (fue una plaza cuadrada y dos calles paralelas a cada costado de una cuadra cada una). La ley del 14 de septiembre de 1926 aprobó los actos del gobierno. Se denominó entonces al pueblo "Capilla del Señor". La primera escuela se abrió un año después.
El monumental templo donde hoy se honra a Nuestro Señor Hallado cumplió 100 años. Su construcción encierra una historia de amor, la del arquitecto Santiago Scalella, quien construyó la Iglesia en memoria de su amada. En su interior se venera la imagen de un Cristo Crucificado de más de tres siglos, superpuesta sobre una cruz de madera.
Como un detalle, vale mencionar, que la araña cercana al altar hecho de mármol blanco, perteneció a la Mansión de invierno.
La devoción al Señor Hallado se remonta al año 1773, cuando un vecino del pueblo, don Felipe Olivera, se dirigía en procesión religiosa a Itatí llevando una joya por una promesa que le hiciera a la Virgen, cuenta la historia que se detuvo a descansar bajo la sombra de un árbol.
Al despertar vio un crucifijo atado entre sus ramas. Al presentarlo ante el párroco de Itatí, éste consideró al hecho como milagroso. Al regresar al pueblo, fue acompañado por algunos creyentes del Señor Hallado.
Al estar en Empedrado no se puede dejar de visitar distintos puntos característicos, algunos de belleza natural, y otros, con una impronta histórica muy fuerte.
La naturaleza ofrece al visitante la posibilidad de recorrer las barrancas, que identifican al pueblo; disfrutar de las playas, y despuntar el placer por la pesca.
Entre los puntos históricos de referencia, se puede recorrer Punta Mercedes, donde en 1865 se libró una batalla entre barcos de Brasil y de Paraguay, en el marco de la guerra de la Triple Alianza. Aseguran que allí, se encuentra una cadena que sujeta el casco de un barco hundido.
Un pintoresco edificio para conocer, es el Teatro Dora fundado en 1916, y que fue declarado Monumento Histórico Provincial. Actualmente, funciona como Casa de la Cultura, donde se realizan exposiciones, cursos, ferias y talleres de danzas folklóricas. En uno de sus espacios, se encuentra también el Museo de los Recuerdos.
Frente al pueblo, a unos minutos de recorrido sobre las aguas del río, se encuentra el lugar por el que es conocida la localidad, más allá de los límites provinciales: la Mansión de Invierno. Una imponente construcción hoy devenida en ruinas. Bendecida por la naturaleza y el clima, la burguesía argentina eligió Empedrado como un lugar ideal para el descanso. El primer mojón de la Mansión se inscribió el 7 de agosto de 1909. Se calcula que la obra tuvo un costo que ascendía a 30 millones de pesos moneda nacional.
Se inauguró el 29 de junio de 1913, y contaba con un hipódromo y canchas de críquet, golf y tenis. La mansión comprendía un hotel con capacidad para 150 personas.
Estuvo abierta por muy poco tiempo, y se perdió entre la maleza.
Pero la Perla, es también, sinónimo de juventud. Allí, desde hace décadas, se realiza la tradicional estudiantina provincial. El camping municipal recibe a adolescentes de toda la provincia cada 21 de septiembre.
En honor a ellos, se ha erigido un Monumento al Estudiante, que representa la juventud y el estudio, y se figura en el contorno de una golondrina en vuelo. Las actividades principales tienen como escenario el anfiteatro "Jerónimo Merello", construido a fines de la década del 60.
Más allá de todos estos sitios, no se puede concebir a Empedrado, sin relacionarlo con la pesca, uno de sus mayores atractivos. Desde junio hasta octubre, las modalidades son diferentes para las distintas especies, como el dorado, surubí, manguruyú.
Pasado y presente, la mano del hombre y la naturaleza, dan a Empedrado los condimentos ideales para hacerla atractiva, y un lugar, digno de conocer.