El 3 de junio, trabajadores municipales advirtieron en la esquina céntrica, durante las primeras horas de la mañana, una gallina muerta de plumaje marrón, envuelta en una tela roja, y según declararon a los medios, estaba rodeada de velas rojas encendidas.
Una segunda “ofrenda” generó polémica 15 días después en la misma esquina, también temprano pero en diferente vereda. Esta vez un caja contenía una gallina muerta, con alimentos y cigarros.
Si bien la práctica de dejar animales sacrificados sobre un mantel, alimentos y bebidas, constituyen las ofrendas de algunos fieles umbandistas, el desconocimiento, el mal uso de estas prácticas y las connotaciones negativas que imponen algunos medios, generan opiniones encontradas.
El Pai Rogelio Benitez, uno de los líderes religiosos Umbandas más antiguos de la provincia y ferviente impulsor de una ley de culto que regule las prácticas que no pertenecen a su religión, caracterizó estos hallazgos como: “Pseudoprácticas de los que con actitudes solapadas nos dejan muy mal a los que tenemos templo y hacemos frente a la sociedad. Ni siquiera aplican la simbología de lo que se pretende con una ofrenda, es vergonzoso" aseguró.
Agregó que, "Los que pretenden ser religiosos quedan en el camino de la brujería y el fetichismo en lugar de entender lo que es una matanza animal en un acto ritual y todo lo que conlleva en sí, una ofrenda donde se involucra un ave o un chivo” expresó a la web de El Litoral.
Añadió que existe un vacío legislativo en cuanto a la regularización de estas prácticas cada vez más desvirtuadas de sus esencias, "Hoy ni yo puedo salir a defender esto que es indefendible pero que no responde ni a la Umbanda ni a prácticas de mi religión Africana” señaló.
En su calidad de especialista, explicó que las ofrendas se deberían entregar a los pies de un ORISA, que según las creencias Umbandas, son las energías consagradas a un elemento de la naturaleza depositado en cuartos sagrados. "Eso de cigarro y cabeza de gallina confunde, es como una mezcla de todo lo que vieron o creyeron aprender que nada tienen que ver entre sí. Puedo decir que se trata de gente que no valora la vida ni conoce el significado de inmolar un ave ritualmente” dijo el líder religioso.
"Se promueven impresiones erróneas"
Por su parte el titular del Gabinete de Investigaciones Antropológicas de Corrientes (GIA) Licenciado José Miceli indicó: “No coincido en llamar a estos trabajos, ‘de magia negra’ como presenta la prensa. Estas ofrendas, denominadas en los ámbitos religiosos afrobrasileños como "despachos" adquieren su significado como "abrecaminos", que llaman al progreso económico y al ingreso de dinero, por los lugares en los que fueron depositados en este caso, frente a bancos” explicó.
Sin embargo, confirmó con varios líderes religiosos umbandistas que tanto ellos como los practicantes regulares de sus templos, desaprueban totalmente que este tipo de prácticas se realicen en lugares públicos donde ofenden la sensibilidad de las personas. "Además porque promueven impresiones erróneas y prejuicios sobre los contenidos y significados espirituales de sus rituales religiosos” dijo Miceli a este medio.
Todos coinciden en que las ofrendas de sus religiones se realizan en lugares apartados donde no circula gente, ya que están dedicados a los espíritus y se relacionan con la naturaleza.
Gabriela Benitez