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GANDHI Y CRISTO

Por El Litoral

Miércoles, 23 de julio de 2014 a las 01:00
POR JOSE CESCHI
¡Buen día! El Mahatma Gandhi fue un cristiano de espíritu, aunque nunca se haya bautizado. Varias veces expresó su profunda admiración por Cristo. Aquí va uno de sus textos:
“Hace unos 45 años descubrí la Biblia. No me interesó mayormente el Antiguo Testamento, pero cuando llegué al Nuevo Testamento y al Sermón de la Montaña, empecé a comprender  la enseñanza de Cristo. Y el mensaje del Sermón de la Montaña hizo resurgir en mi algo que había aprendido cuando niño. Esta enseñanza consistía en no vengarse y en no devolver un mal con otro mal.
De todo lo que leí, quedó grabado en mí para siempre aquello de que Jesús vino para establecer una ley nueva. Sin duda, Cristo ha dicho  que no vino a traer una ley distinta sino a injertar algo nuevo en la vieja ley de Moisés. De hecho la transformó de tal manera que se convirtió en una ley nueva. Ya no más ojo por ojo y diente por diente, sino estar dispuesto a recibir dos golpes si se nos da uno y a caminar dos kilómetros si se nos pide uno…
A medida que aumentaba mi contacto con los verdaderos cristianos, es decir, con hombres que viven para Dios, comprendía que, para aquel que quiere vivir una vida cristiana, el Sermón de la Montaña encierra todo el cristianismo. Fue el Sermón el que me hizo amar a Jesús.
Cuando leo toda la historia de su vida bajo esta luz, me parece que el cristianismo está todavía por realizarse. En efecto, por mucho que cantemos “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra”, no existe hoy día ni gloria a Dios ni paz en la tierra.
 Mientras este anhelo no sea saciado y mientras no hayamos desterrado la violencia de nuestra civilización, Cristo no habrá nacido. Cuando la verdadera paz se haya establecido, ya no tendremos necesidad de otra demostración: ella resplandecerá en nuestras vidas, no solamente individuales, sino colectivas….
El Sermón de la Montaña me reveló el valor de la resistencia pasiva. Me llené de alegría al leer: “Amad a vuestros enemigos, rogad por aquellos que os persiguen”.

¡Hasta mañana!

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