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Mepra y el Instituto de Medicina Regional

Por El Litoral

Domingo, 06 de julio de 2014 a las 01:00
referencia. El Instituto de Medicina Regional fue creado en 1938 por la Universidad Nacional de Tucumán. Años más tarde pasó a la Unne.
Por Jorge Osvaldo Gorodner * Especial para El Litoral
POR JORGE OSVALDO GORODNER *
ESPECIAL PARA EL LITORAL

Nos referiremos a dos instituciones paradigmáticas de la medicina regional argentina. La Misión de Estudios para la Patología Regional Argentina (Mepra) y el Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste. Estas fueron, desde su creación, instituciones dedicadas al abordaje integral de la problemática médica regional de alta prevalencia infecciosa, particularmente en el norte del país. Su historia comprende en gran medida los amplios y variados aspectos que hacen a estas patologías del subdesarrollo en los países de clima cálido.
La Misión de Estudios de la Patología Regional Argentina (Mepra) fue creada en febrero de 1926 por la Universidad de Buenos Aires, designando director al Dr. Salvador Mazza, quien el 25 de agosto de 1929 se instaló en la provincia de Jujuy. La Mepra contaba con un equipo multidisciplinario que comprendió a gran parte de las patologías regionales, realizando múltiples actividades de investigación, docencia y asistencia médica. Sus resultados se publicaron en revistas de prestigio científico.
Según Miguel Eduardo Jörg, patólogo de Mazza, “jamás hasta la creación de la Mepra se había encarado en Argentina la problemática médica en forma tan amplia y con un equipo multidisciplinario de jerarquía”. Los logros científicos trascendieron las fronteras del país y particularmente convalidaron el descubrimiento de Carlos Chagas de una nueva tripanosomiasis americana, lo que le otorgó al eminente científico brasilero el reconocimiento mundial que en un principio se le negó. Hasta 1944 la Mepra tuvo una producción científica de 551 publicaciones y Salvador Mazza contribuyó en 482 trabajos.
En 1946 la Mepra fue trasladada a la ciudad de Buenos Aires, aduciéndose que era el centro científico de la época. Y ese mismo año Mazza fallece en México, donde se encontraba participando en un Congreso de la Enfermedad de Chagas. A partir de la desaparición de Salvador Mazza, la Mepra sufrió una serie de avatares que concluyeron con su cierre definitivo en 1958. Argumentándose que en la institución no se realizaban trabajos de investigación que justificaran su existencia. Hoy la Mepra constituye un capítulo doloroso de la historia de la medicina en Argentina.

En la Unne
El Instituto de Medicina Regional fue creado en el año 1938 por la Universidad Nacional de Tucumán, motivada por la alta incidencia y expansión del paludismo en dicha provincia. Recién el 1 de mayo de 1942 el organismo se puso en marcha bajo la dirección del Dr. Cecilio Romaña, argentino residente en Brasil, donde llevaba a cabo investigaciones en medicina tropical. Romaña y sus colaboradores llevaron a cabo una actividad científica y asistencial importante, estableciendo misiones de trabajo en San Salvador de Jujuy y en Resistencia, Chaco. En 1954, Romaña trasladó la sede central del organismo a la ciudad de Resistencia, donde al año siguiente el Instituto de Medicina Regional pasó a depender de la recién creada Universidad Nacional del Nordeste, como el primer instituto científico de dicha casa de estudios.
Desde sus comienzos el Instituto de Medicina Regional estuvo dedicado a la investigación científica, asistencia médica y enseñanza de las patologías regionales. El instituto ha publicado entre 1944 y 1963 los “Anales del Instituto de Medicina Regional” y luego desde 1977 a 2011 el “Boletín del Instituto de Medicina Regional”, donde se consigna su producción científica y las memorias del organismo.
Reconocidos investigadores han trabajado en el instituto, entre otros, Alvarado, Canal Feijó, Del Ponte, Hack, Mayer, quienes han publicado investigaciones de jerarquía, particularmente en enfermedad de Chagas, leishmaniasis, toxoplasmosis, clasificación de los escorpiones sudamericanos, etc.
Podríamos considerar la historia del Instituto de Medicina Regional por etapas. La primera con Romaña, de crecimiento e importante aporte científico. Seguida por un período de inestabilidad institucional conducido por directores y comisiones de distinta orientación disciplinaria, que arrojó magros resultados, lo que motivara un convenio entre la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) y el Ministerio de Salud de la Nación (Mspn), por el cual el ministerio hacía un aporte financiero para obras y llamado a concurso del director e investigadores en el instituto. Luego de un período de desarrollo, por razones extrainstitucionales se produjo un vacío para alcanzar los objetivos del instituto, a partir del cual y por un acuerdo de cooperación entre el Mspn y la Unne se acordó designar a un nuevo director, quien desempeñó sus actividades como director investigador por un período de 35 años hasta marzo de 2012.
Dicha etapa podría ser considerada de desarrollo e importante producción científica; cubriendo los cargos de investigadores, incluido el director por concurso abierto de antecedentes y oposición; ampliando ediliciamente y refuncionalizando el instituto con modernos consultorios médicos y laboratorios de investigación y análisis bioquímicos; dotándolos de moderno equipamiento tecnológico, tren rodante, informático, biblioteca, edición del Boletín, museo y otros servicios conexos. Habiendo obtenido en ese último período importantes premios nacionales e internacionales. Además de asociarse, luego de evaluaciones internacionales, a la Red Amsud-Pasteur (Paris-Francia).
El Instituto de Medicina Regional debe cumplir con su función de investigar las enfermedades regionales y prestar asistencia médica a la comunidad; formar recursos humanos multidisciplinarios (médicos, bioquímicos, veterinarios, biólogos, sanitaristas, enfermeros, etc.), consolidando científica y técnicamente a investigadores, docentes y personal asistencial. En tal sentido es aconsejable llamar a concurso de director e investigadores en las variadas disciplinas del instituto y volver a conformar un grupo de trabajo multidisciplinario. De tal manera se estará contribuyendo al desarrollo y bienestar de la región y el país.
Cabe tener la esperanza de que el Instituto de Medicina Regional no se sume al destino que lamentablemente sufrió la Mepra.

* MEDICO Y DOCTOR EN MEDICINA (UBA)
PROFESOR HONORARIO DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
MIEMBRO CORRESPONDIENTE DE LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE BUENOS AIRES
PROSECRETARIO DE LA ASOCIACION MEDICA ARGENTINA
EX PROFESOR TITULAR DE INFECTOLOGIA DE LA FACULTAD DE MEDICINA (UNNE)
EX DIRECTOR INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE MEDICINA REGIONAL (UNNE) 

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