En el arte los compromisos son importantes porque el artista siempre está juramentado con algo, que es su faro, su destino común en lo más íntimo donde no brillan como es natural el ego exterior que lo mueve y lo hace increíblemente diferente, sino esa naturaleza desposeída de arrebatos mezquinos que los ubica junto al hombre común, que es su sensibilidad de comprender a los demás y poseer la capacidad maravillosa del asombro.
En el tango, ya grande, admiré a Osvaldo Pugliese y lo sigo haciendo, porque uno conoció el otro aspecto, el social, su trato humilde y simple pero su compromiso con lo que creyó, la igualdad y la armonía entre todos. Con sus convicciones humanísticas y política, fue el primero en concebir en su orquesta el sistema cooperativo, es decir donde todos ganan exactamente iguales hasta el propio maestro y director. Pero ha sido un gran músico, ha interpretado también tangos de los vanguardistas sin amilanarse, como a Astor Piazzolla, y se constituyó en la última gran orquesta típica que representó al tango con actuaciones en Rusia y China, en una gira triunfal. Más adelante sería Japón con grandes antecedentes por este gran país, como lo hicieran mucho antes abriendo camino, Juan y Francisco Canaro. Hay que compartir la admiración por su ubicación comprometida para con el país y la visión mundial en detrimento de él, cuando las cosas no son barajadas ni guardan exacto equilibrio de difusión por parte de los productores ante el negocio de lo nuevo cuando dijo : "Hay que destacar un hecho real. A partir del 30 se interrumpe el proceso democrático del país en que había florecido la producción del tango, se hace más fácil la entrada del cosmopolitismo foráneo y se va perdiendo como lógica consecuencia el aspecto folklórico", como lo remarca el periodista Oscar del Priore en su libro : "Osvaldo Pugliese. Una vida en el tango."
Todos buscaban lo mismo, la identidad y el fortalecimiento de lo nuestro como una manera de ejercer el cuidado y la protección de lo nacido aquí. Se planteaba Homero Manzi, el gran autor retratista del hombre, la mujer y el paisaje de un largo y ancho país : "Por eso yo, ante ese drama de ser hombre del mundo, de ser hombre de América, de ser hombre argentino, me he impuesto la tarea de amar todo lo que nace del pueblo, todo lo que llega al pueblo, todo lo que escucha el pueblo." O, cuando afirma su admirado biógrafo, el Dr. Raúl March : "Por más elevado, digno y técnicamente bello que sea el espíritu de una cultura, jamás podrá dejar de tener una conexión causal social y humana con lo raigal y popular."
Es bueno para cerrar con esta historia del compromiso de los grandes de nuestra música popular, traer a colación una idea fuerza que remarca la misión y el destino férreo no solo de escribir, componer melodías, difundir y pensar extrayendo el último verso de una poesía de Homero "Hombre" :
"No puedes ver morir con sorda calma / las cosas que pariste con el alma. / Nada menos que tú, que eras poeta / y fuiste tu factor y tu profeta."
Adalberto Balduino