El consumo del tereré traspasó las fronteras de la región y va camino a volverse un clásico en todo el país. De acuerdo a un estudio realizado por TNS Gallup Argentina para Establecimiento Las Marías, en la actualidad el 40% de los argentinos disfrutan de esta infusión refrescante con una frecuencia diaria.
El termolar lleno de hielo, agua y jugos frutales, el vaso de aluminio y la bombilla son elementos que hace mucho están presentes en los balnearios locales.
Correntinos y visitantes recurren a esta bebida fría para aguantar las altas temperaturas y ahora esta sana costumbre parece haber conquistado a muchos más.
Un medio nacional (La Nación) publicó recientemente que esta versión fría del mate que comenzó en el país en las provincias del NEA, ahora se volvió tendencia entre los jóvenes en Buenos Aires.
Según el estudio, los argentinos de entre 18 y 34 años representan más del 50% de los consumidores de esta infusión que combina sabores frutales y yerba mate, dándole una vuelta de frescura al mate tradicional.
Entre las claves del éxito del tereré está su sabor y que logra refrescar a quien lo elige como bebida y, al igual que el mate, es ideal para compartir con amigos o familiares.
Su consumo es un clásico en esta parte del país -aunque se sabe que nació en la vecina república del Paraguay- y ahora se extendió a provincias como Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y en el último tiempo creció notablemente en la provincia y ciudad de Buenos Aires.
Polémica
Medios paraguayos se hicieron eco de la noticia difundida por el diario La Nación y no dudaron en expresar su descontento porque -según consideraron- se desconoce que esta bebida tiene su origen en ese país.
“Argentinos ignoran que el tereré es paraguayo”, señalan en una nota del diario digital paraguayo Ultima Hora, mientras otro medio como Diario Hoy va más allá y sostiene “Argentina: Festejan boom del tereré pero ningunean su origen paraguayo”.
Dejan en claro además las características que diferencian al tereré paraguayo del argentino.
El primero se prepara únicamente con agua y yuyos refrescantes, como por ejemplo la hoja del mango, mientras que la versión argentina suma los jugos frutales.
Del mismo modo señalan que el consumo de esta infusión refrescante se da también en algunos estados del Brasil, en especial en el Mato Grosso, aunque sin ser tan popular como en estas tierras guaraníes.