n Tras la denuncia de un grupo de vecinos del barrio Juan de Vera sobre diferentes necesidades barriales, El Litoral visitó la zona y dialogó con los vecinos acerca de las problemáticas diarias que padecen, como el mal estado de las calles, las anegaciones por falta de cuneteo, la presencia de un gran basural, como así también la ausencia de iluminación pública.
Ante los reclamos vecinales y demandas que efectuaron los vecinos del barrio Juan de Vera, El Litoral promediando las 18 de ayer, llegó a la zona para interiorizarse de la situación y hacer pública la realidad que los aqueja hace más de 30 años.
Siendo las 18 aproximadamente y trasladados en un remis se llegó al barrio, pero no se pudo ingresar al mismo por la calle Irala ya que un enorme pozo atemorizó al conductor del vehículo contratado, por lo que se decidió acceder por Ayolas desconociendo que en su intersección con Hernán Cortés existiría el mismo panorama. Pero por suerte, se logró cruzar la fosa que provocó una considerada inclinación del móvil en el que se viajaba.
Al llegar a una de las intersecciones y de acuerdo a uno de los reclamos que se recibió, en ese cruce tendría que encontrarse una montaña de basura, lo que no fue así, pero en ese lugar, se podía observar los rastros de residuos en dicha esquina.
Ante esta situación se inicio un diálogo con los vecinos sobre el tema, dado que se pudo haber cometido un error en la determinación del basural, pero tras unos minutos de diálogo con Nely nos enteramos que el jueves habían retirado la montaña de desechos y ante la cara de resignación del equipo, por habernos perdido la foto, la presidenta de los vecinos, denominada así por sus pares dijo “no se preocupen en unos días ya va a haber una nueva”.
Al ser consultada la vecina sobre el origen del basural comentó que “muchos carreros vienen a tirar la basura en esta intersección, Hernán Cortés y Ayolas, no sé porque se la agarraron con esta esquina y al ver toda la montaña, algunos vecinos también aprovechan y tiran acá. Antes había un cartel pero voló con la última tormenta”.
Pero al continuar con el relato Nely dijo que “el barrio está muy abandonado, el intendente cuando estaban haciendo las cámaras venía caminaba por el barrio, se sacaba foto pero se ve que la derrota lo deprimió mucho y ni aparece, no lo ves, es como si no existiera”.
En cuanto al estado de las calles, la vecina comentó que “esto quedó así después de que arreglaron las cámaras y ya no se arregló. Pasa que los muchachos venían pero como llovía mucho colocaban así nomás los tubos y se iban”. Se debe señalar que en una de las cuadras se encuentran abandonados dos tubos que tendrían que haber sido utilizados para continuar con los trabajos.
En este panorama de abandono, Nely antes de despedirse hizo hincapié en la falta de iluminación de algunos sectores y en cuanto a la seguridad comentó que “acá es como todos los barrios, por ahí se ve algún que otro jovencito que da vueltas para robar un celular o una cartera, pero rápido te das cuenta de que no es de la zona, pero esto sucede en todos los barrios, pero este no es un problema mayor por lo menos en este sector”.
Continuando con el recorrido y ante una parada obligada para determinar la continuidad del viaje por ese mismo camino dado que la depresión de la calle era muy importante, una de las vecinas, al observar que se estaban tomando fotografías del estado del barrio preguntó al equipo de El Litoral, “¿ustedes vienen a arreglar la calle?” y si bien una pregunta no se responde con una nueva interrogación, se inició, sin querer, una conversación donde Liliana vecina del lugar contó los pormenores que sufren a diario.
“La calle está así porque cuando colocaron los tubos en todas las esquinas removieron todo e incorporaron el tutyupi, tierra blanca lodosa, y con las lluvias esto se convierte en un barrial, y en días como hoy (por ayer) se ven los pozos que forman, es imposible salir del barrio si no es en camioneta”.
Además en cuanto a las mejoras de los desagües con la instalación de los tubos, Liliana dijo “eso no funcionó porque no hubo cuneteo, todo está tapado e incluso algunos vecinos taparon las zanjas para las rampas de su garaje.
Esta cuadra haciendo alusión a la calle Solís entre Hernán Cortés y Cabeza de Vaca, afirmó que “se inunda todo, en la última tormenta el agua a mi casa entró como unos 30 centímetros, pero a nadie le importa, no nos queda otra por ahora que salir con nuestra botita hasta la avenida” y agregó que “este es uno de los barrios más viejos de la ciudad y el más abandonado”.
“Pero en uno de los eventos pude hablar con el intendente electo y le conté sobre la situación de nuestro barrio y me dejó bastante tranquila porque me dijo: ‘anduve por tu zona y nosotros estamos implementando un plan de ripio y vamos a volver por allá’ espero que sea cierto nomás”, exclamó con algo de esperanza.
Por último Liliana al despedirse comentó que “y de última si no vienen ya estamos planificando comprar camiones de escombros y rellenar nosotros por más que cada camión nos cueste como $1.500 y tengamos que tocar nuestros bolsillos cuando la responsabilidad es de otros”.
Y luego de finalizar la charla volvimos a la redacción convencidos del abandono y el estado deplorable en el que están insertos los vecinos del Juan de Vera.