A través de las redes sociales, pobladores de Lavalle expresaron su pesar porque el último viernes falleció Don “Coco” Dovis, un poblador antiguo y reconocido en la comunidad. Precisamente, en agosto del 2014, los concejales aprobaron por unanimidad bautizar una calle del pueblo con su nombre.
Y en febrero del 2013, al conmemorarse 150 años del aniversario de Lavalle, El Litoral publicó una nota sobre él con el título: “De fabricante de corchos a constructor de embarcaciones”.
En aquella oportunidad, contó que a sus 91 años sólo se dedicaba a disfrutar de la vida en compañía de sus seres queridos. Y, en este marco, indicó que “ya trabajé demasiado; comencé de muy chico, a los 8 años ayudándolo a mi papá en el taller”.
Sobre esto precisó que su primer trabajo estuvo ligado a los barriles de vino que llegaban por vía fluvial al puerto de Lavalle. Una bebida que desde allí se distribuía a Goya, Santa Lucía, 9 de Julio, Mercedes y otras comunas correntinas. “Yo era el corchero, hacía entre 200 y 300 por semana y me pagaban 20 centavos por cada uno; recuerdo que la primera herramienta que me compré fue una escofina para poder darle una mejor forma”, relató en aquel momento Domingo “Coco” Dovis. Al mismo tiempo, destacó que “era buen vino: si se te caía en la ropa, no salía más”.
“Después, en la década del 40, como se hizo la ruta, la actividad en el puerto ya no fue la misma y los traslados se hacían en camiones”. recordó.
Tras lo cual, agregó que si bien los tiempos cambiaron, don Dovis tenía guardados los mejores recuerdos de su vida en Lavalle, “de esa carpintería donde se hacía ruedas de coches, sulkys, carros e, inclusive, embarcaciones.
Hicimos varias, una de ellas se llamaba San Antonio y tenía 27 metros, después construí otra para el padre del ex intendente Perrotta, en la que se podía trasladar hasta a 40 animales”, precisa Coco.
Pero no sólo las construía con diferentes tipos de madera, sino que además tuvo la oportunidad de realizar traslados de cítricos por vía fluvial.
También, durante la nota, remarcó la importancia que tenía para él la familia que construyó junto con su esposa Francisca y sus 12 hijos.
