Con su historia de “Ensueños” Arandú Beleza logró este año superarse a sí misma tanto en el show de comparsas como en la avenida, y una de las responsables de eso es Adriana Blanco, quien junto con un grupo de trabajo materializó la idea. “Lo que buscamos fue que cada uno aproveche este carnaval para disfrazarse y vivir el personaje que le tocó representar”, dijo la coordinadora y comparsera que además festejó los cambios que logró “la verde y blanca”.
Arandú de Ensueños propone en esta edición de los carnavales un viaje hacia un mundo donde habitan seres fantásticos y mitológicos que acompañaron el pensamiento y la creencia de siglos de humanidad. Seres que recrearon lo mejor y lo peor de los seres humanos en la búsqueda de respuestas existenciales.
“Yo representó a la Arpía en estos seres mitológicos. Me tocó ser mala y estoy muy contenta con el personaje”, dijo y explicó que ella y otros comparseros llevan ojos totalmente negros, “la gente me dice que soy una desalmada y eso es lo que quiero parecer”. Agregó entonces que otro grupo lleva ojos blancos “la idea de la comparsa es que todos tengan ojos blancos o negros, como armé yo el tema y la formación intenté trasladar ese mensaje a cada uno, es decir, que cada uno aproveche este carnaval para disfrazarse y una vez disfrazado pueda representar el papel que le toca”, explicó.
Adriana se mostró conforme
con los cambios que logró Arandú Beleza: “Hay un gran cambio en la comparsa a nivel vestuario, eso lo nota la gente y a nosotros nos pone muy contentos porque hace mucho venimos intentando hacer modificaciones y de a poquito lo vamos consiguiendo. Este año mejoramos el vestuario y también el orden en la comparsa; el diseñador hizo unos diseños fabulosos y con la coordinación intentamos que se respeten”, manifestó en tanto agregó que Arandú de Ensueños es el resultado del trabajo de un muy buen equipo.
Comparsera mamá
Hace dos meses Adriana fue mamá de su segunda hija, pero eso no la frenó a la hora de salir a la avenida. “Mi bebé me espera en la piecita del galpón, ella se queda ahí un ratito con la niñera yo bailo, vuelvo, me refresco un poco y voy con ella”, comentó y agregó: “Mis dos chicos me dejaron bailar y calculo que es porque son hijos del carnaval. Máximo tiene 3 años y ya entra en la comparsa y todos los días me pregunta ¿cuándo viene el carnaval? El otro día escuchaba unos tambores y dijo ‘mamá me están llamando’” relató orgullosa.
