La inflación no da tregua y algunos comercios locales se reacomodan para achicar gastos

De acuerdo a nuevos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación de julio fue 3,1% y el acumulado en el año ya suma 19,6%. En Corrientes, los precios elevados perjudican la demanda y esto lleva a que algunos comercios achiquen gastos, como reubicando sus negocios, por ejemplo.

“No tenemos en la institución comercios que hayan renunciado, sí sabemos de cambios de locales que se fueron a otros lugares y achicaron su negocio. El comerciante se empieza a mover, hasta ahora no tenemos registrados comercios cerrados por la baja demanda. El consumo opera todo y al ser bajo hace modificar la estrategia del comerciante”, explicó el presidente de la Asociación de la Producción, Industria y Comercio de Corrientes (Apicc), Enrique Collantes. 

El presidente de la Federación Económica de Corrientes (FEC), Daniel Cassiet, coincidió en que hay un “reacomodamiento”. “Para poder cumplir con las obligaciones, el comercio saca ofertas, pierde ganancias con tal de tener algo de liquidez y esto no es sostenible en el tiempo. Hoy, todos los rubros tienen una pérdida de venta. Básicamente hay reacomodamiento, no cierres; buscan achicar el negocio para que sea más rentable”, se explayó. 

Respecto al índice inflacionario y cómo incide en lo local, Collantes comentó: “Hay baja demanda en todos lados y esto se produce en todo el país, cuando el dólar va hacia arriba todo cuesta más caro, hasta la canasta básica familiar se mueve, afectando el bolsillo. Estamos preocupados porque en vez de que se estabilice siguen en alza. El empresario no tiene poder de créditos, hay problemas con el financiamiento y el consumo sigue bajando, el empresario está haciendo un esfuerzo para mantener los puestos de trabajo”, analizó el presidente del sector. 

“En general, en Corrientes todos los rubros están afectados. Un mes le puede ir bien a uno pero al mes siguiente le va mal. No hay un rubro específico que se pueda decir que está bien. El automotriz sí estuvo bien unos meses pero luego cayó la venta. A nivel local, todos los rubros vienen sintiendo las consecuencias de la inflación y a la vez la baja demanda. El empresario está muy preocupado, hace seis meses está en caída y mientras siga subiendo el dólar y los impuestos, esto no va a detenerse”, advirtió el representante de la Apicc a este medio gráfico. 

Por su parte, Cassiet opinó: “No escapamos a lo que pasa en el país, la inflación afecta a toda la actividad económica y se espera que agosto presente un índice similar a julio. Pensábamos que la realidad iba a mejorar, pero hubo aumentos de servicios y combustible. La economía del país no termina de acomodarse, se hace difícil”. 

A principio de este año, el Gobierno nacional y algunos representantes del sector económico especularon con que en el segundo semestre la inflación iba dar una tregua, no obstante con los últimos datos esto no es posible y estiman que esta crisis económica continuará hasta fin de año, llegando a un 25% anual. “Se pensaba que el segundo semestre íbamos a estar mejor, pero mientras el dólar siga aumentando al igual que la nafta, esto no va a parar. La nafta sube y también el flete, el costo de los traslados son altos. A esto se suma la suba de tarifas como la luz y el teléfono, igual que otros impuestos”, indicó Collantes. 

El representante de la FEC añadió: “Todo está relacionado con las tasas, el costo financiero es demasiado alto, las pymes necesitan financiamiento con tasas razonables, la presión impositiva es altísima y se están haciendo peticiones del caso. Vemos como está el país y te das cuenta de que se necesita frenar la presión tributaria, tiene que haber alguna medida del Gobierno nacional”. 

Datos nacionales

En julio, la inflación mensual llegó al 3,1% y la acumulada en lo que va del año fue de 19,6%. Según el Indec, Transporte (5,2%), Recreación y Cultura (5,1%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (4,2%) fueron los rubros que mostraron mayores subas. 

De acuerdo a estimaciones de privados, se esperaba que los procesos de ajuste más fuertes se vieran en alimentos y bebidas debido al efecto arrastre de la devaluación del tipo de cambio y el impacto en los costos, como el incremento en combustibles y energía, además de que la estacionalidad de las vacaciones de invierno influenciaría en el segmento de esparcimiento.