Por Ricardo G. Leconte
En los diarios de los últimos días, he leído detalles del proyecto del Gobierno provincial, de licitar la construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales para la ciudad de Corrientes, con un presupuesto de mil millones de pesos. Una obra importante y necesaria.
En 1991, durante mi gestión de gobierno, licité la privatización de obras sanitarias provinciales, -la primera que se hacía en la Argentina-, a la que se presentaron las principales empresas de la república, pues era el primer antecedente antes de la privatización de las obras sanitarias de Buenos Aires y el conurbano, que serían la más importantes del país.
El trámite se cumplió en base a un pliego detallado que beneficiaba fundamentalmente a los usuarios, adjudicándose el servicio a quienes ofrecieran la mayor rebaja en las tarifas durante más de una década.
El grupo que ganó ofreció una rebaja del 18%. El grupo que perdió había ofrecido el 12% de rebaja. Con esa privatización los usuarios pagaban la tarifa más baja de la región. Además el grupo empresario tenía importantes obligaciones en beneficio de los usuarios. Entre ellos se establecía que debían construir, a su exclusivo costo, plantas de tratamientos de líquidos cloacales en las localidades del interior. Pero para las ciudades de Corrientes y de Goya las plantas de saneamiento debían estar funcionando dentro de los 12 años siguientes.
Al hacerse cargo del servicio el 1° de septiembre de 1991, el grupo empresario adjudicatario cumplía con todas las obligaciones fijadas en la privatización.
Pero en fecha posterior, durante la gestión de otros gobernantes, se relevó de esas obligaciones al grupo adjudicatario, desconociendo a cambio de qué beneficios compensatorios se hacían en beneficio de los usuarios o el servicio.
Pasados 28 años desde la concesión del servicio, hoy el gobierno de Corrientes va a licitar la construcción de la planta de líquidos cloacales, a su exclusivo costo, con un presupuesto de más de 1.000 millones de pesos. De Goya nada se habla todavía.
Sin duda la filosofía que inspiró la privatización de los servicios de aguas y cloacas en Corrientes, no ha sido la que mantuvieron otros gobiernos en estos 28 años transcurridos. Me parece valioso que el pueblo conozca todos estos hechos, sobre todo en esta época de cambio en que prevalece la verdad sobre los relatos.