Jueves 18de Abril de 2024CORRIENTES16°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$848,0

Dolar Venta:$888,0

Jueves 18de Abril de 2024CORRIENTES16°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$848,0

Dolar Venta:$888,0

/Ellitoral.com.ar/ Opinión

Rapaz en el campo y la ciudad: el carancho

Si bien la idea de este país no estaba clara en 1810, ayer celebramos ese nacimiento. Hoy cerramos este mes donde abordamos las aves del cielo argentino. El carancho se encuentra en todas las provincias. Aquí repasamos su característica, la historia del 25 de Mayo y develamos el momento en que fueron capturadas estas imágenes.

Por Paulo Ferreyra

Colaboración: Abel Fleita  

Especial para El Litoral

Si vemos el mapa de distribución del carancho, incluirlo en el mes de las aves patrias es justo, ya que la especie se encuentra prácticamente en todo el país. Desde Jujuy hasta Ushuaia e incluso en Islas Malvina. Por momentos es posible observarla desde lo alto de un árbol, solo o en pareja, como adulto o juvenil. También en otras oportunidades se la puede ver posado sobre los postes de áreas rurales o urbanas, aguarda los movimientos de sus presas. Además es de las especies que más se divisan a un costado de cualquier ruta, porque su condición de carroñeros los tiene a la espera de roedores, zorros o reptiles atropellados.

Además, captura presas fáciles como pichones de aves, animales enfermos e incluso puede atacar en algunas ocasiones a animales domésticos recién nacidos y a otras aves en pleno vuelo. A pesar de esta condición de depredador no es extraño que surquen el cielo perseguidos por otras aves menores, como pitanguás y tijeretas, en defensa de sus huevos o pichones.  

El carancho es de la familia falconidae (Caracara plancus), se alimenta principalmente de carroña (animales muertos). También caza pequeñas presas como insectos, roedores, culebras y lagartijas. Habitan en zonas abiertas en la llanura pampeana, valles, pastizales e incluso en zonas urbanas. Su distribución es amplia y abarca a todas las provincias argentinas.

La contextura del carancho es robusta, con cuerpo grueso y llega a tener una longitud de 60 centímetros. Alcanza un peso de 1,60 kilogramos. Alrededor del pico la piel es de color rojo con la parte superior de la cabeza marrón oscuro.

Hace un tiempo en pleno centro urbano de Buenos Aires se sorprendían de observar caranchos. “Advertirlas habla más de nosotros que del comportamiento de estas aves. Es positivo que la gente se sorprenda al cruzarlas, pero también muestra el desconocimiento, la desconexión que generamos en nuestra vida urbana. La gente de campo no se impresiona ante un carancho y es muy difícil que lo confunda”, expresó en ese momento Ignacio Roesler, biólogo, investigador del Conicet y miembro del Departamento de Conservación de Aves Argentinas, una asociación que desde 1916 promueve la protección de estos animales y sus ambientes. “A veces se cree que la naturaleza está mucho más lejos de lo que realmente está. Los caranchos, por ejemplo, usan para posarse y para anidar las perchas altas de la ciudad”, describe Roesler. Con “percha alta” se refiere a edificios que funcionan, a los ojos de esta ave, como el equivalente de un barranco o una formación similar. Por su parte, Claudina Solaro, investigadora y especialista en comportamiento de rapaces en zonas urbanas, dice que la razón que explica a los caranchos en la Ciudad es su capacidad para adaptarse. “Toleran criar en una antena telefónica, que una persona les pase cerca, toleran los ruidos”.

Durante mucho tiempo Guillermo Spajic se preguntó por qué los caranchos cargan con ser sinónimo de malo. Siete años atrás, cuando se unió al Club de Observadores de Aves de Palermo y junto con sus compañeros eligió un pájaro insignia para representarlos -es una tradición entre los aficionados-, optó por el carancho. Dice: “Es un ave devaluada y no lo merece. Es linda y, sobre todo, útil. Funciona como agente de control de ratas y palomas”, declaraciones en diario Clarín, 2018.

El inicio de la revolución

“Christopher Hill, un historiador británico decía que cada generación debe volver a escribir su historia porque el pasado no cambia pero el presente sí. Es decir las preguntas que uno le hace al pasado en cada generación cambian, son distintas”, explica Gabriel Di Meglio. 

En los últimos años se habló mucho de distintas corrientes historiográficas que permiten abordar la historia de diferentes ángulos. Por estos días en las escuelas y ayer durante los actos centrales se recordaban los hechos ocurridos el 25 de Mayo de 1810, reunido en la Plaza de la Victoria, actual Plaza de Mayo, cuando e Buenos Aires finalmente impuso su voluntad en el Cabildo creando la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata. La misma estaba integrada por Cornelio Saavedra, presidente; Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, vocales; y Juan José Paso y Mariano Moreno, secretarios. 

“La nueva mirada histórica se ha impuesto bastante en el mundo académico, pero no fuera de él. Por ejemplo, la idea de que no es una revolución de los criollos contra los españoles, ni de emancipación nacional. Sobre todo porque en realidad lo que hoy tiene consenso es que en 1810 no existía la Nación Argentina, es una construcción posterior a la Revolución. Entonces no podemos asumir el relato según el cual los criollos estaban hartos de la dominación de los españoles y querían quitársela de encima, y así, independizar la Nación. Esta versión es muy difícil de sostener hoy con evidencia histórica. En particular, la idea de Nación que tienen los criollos tampoco es muy clara en Mayo de 1810. Una idea fuerte también, quizás más renovadora, es la idea de que la Revolución de Mayo es el principio de una revolución y no el final. En general, la efeméride es la Semana de Mayo hasta el 25, y el 25 es la conclusión. Pero el 25 es simplemente el principio, así como la Revolución Francesa no termina con la toma de la Bastilla, empieza con la toma de la Bastilla, digamos con la Asamblea Nacional. Acá, salvando la distancia entre las dos revoluciones es lo mismo; es decir, 1810 es simplemente el principio de un proceso revolucionario.

Creencias populares

Félix Coluccio, quien tiene varias publicaciones y libros sobre floclore y creencia populares, cuenta: “Si alguien ve un carancho arrastrado por el suelo con las alas extendidas, es una señal de que algún familiar morirá”. Una creencia rescatada en 2013 en cercanías de Azara (Misiones) por algunos habitantes de la zona, alude a que si el carancho se aleja de las banquinas de los caminos y las rutas, es señal que está cuidando el monte del asecho de quienes quieren derribar los árboles viejos. Sin duda que esta creencia evidencian rasgos relativos a la perpetuación del monte y sus peligros latentes en la provincia de Misiones en cuanto al avance de la frontera agropecuaria sobre los mismos. También alude a la neo configuración de creencias asociadas a la cada vez más creciente presencia de esta especie en los bordes de los caminos para alimentarse de los animales atropellados por los vehículos.

Imágenes

Los ejemplares de los registros que ilustran este texto fueron vistos en áreas rurales de las provincias de Corrientes y Chaco. En el caso de Corrientes se trata de un día con llovizna, por ello es que las plumas de la cabeza del individuo están mojadas y esto hace que hayan quedado un poco achatadas, como pasadas en gomina.

La imagen tomada en la provincia vecina del Chaco fue en un camino de ripio. Aquí se aprecia a una pareja de caranchos que observaba desde lo alto del monte. Posados en ramas secas, controlaban el tránsito de vehículos pequeños y colectivos de larga distancia.  En aquella tarde de cielo azul, dieron la bienvenida a una de las lunas llenas amarillas más fantásticas salidas sobre el atardecer de Corrientes y Chaco, en el Paraná. A pocos kilómetros de un inolvidable remanso.

En el mes de junio continuaremos con la temática de “Aves y Agua”.

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error

Comentarios