Luego de participar de la peregrinación a Itatí, el grupo Ciclistas Montecasereños entregó donaciones en el Hospital Samuel W. Robinson y el hogar de ancianos.
“En la peregrinación en bicicleta a Itatí, existe un gozo espiritual profundo de saber que hay alguien que nos espera y, a la vez, viene pedaleando con nosotros”, manifestó uno de los ciclistas.
Tras la experiencia en la Basílica y el regreso a Monte Caseros, destacaron que “dimos testimonio de vida compartiendo alimentos no perecederos con nuestros abuelos del hogar de ancianos y el Hospital Samuel W. Robinson. Por ello agradecieron “a ambas instituciones por recibirnos tan amablemente”.
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