Mediante una resolución firmada a mediados de agosto, el Ministerio de Educación de Corrientes declaró de interés educativo al Mes de la Biblia, acción con la cual se autoriza a las escuelas primarias y secundarias a realizar actividades alusivas a dicha jornada durante todo septiembre. La medida respondió a un pedido de organizaciones evangélicas denominadas “Pastores unidos por Corrientes” y “Asociación para el Desarrollo Comunitario ‘Nueva Generación’”; y no es nueva, ya que también se había emitido una declaración similar en 2017.
A 135 años de que el ex presidente Julio Roca promulgara la enseñanza común, obligatoria y gratuita en el país; ni la Ley de Educación Nacional ni su reciente versión provincial son explícitas en cuanto a cómo se debe establecer la relación entre la laicidad y la enseñanza en las aulas. En medio de esto, aunque en menor medida, varias voces se oponen en Corrientes a ciertas prácticas religiosas que se dan en los colegios, señalando que muchas suelen ser impuestas.
Al respecto, El Litoral consultó a Mini Sartor, docente especialista en la temática, quien señaló que “la cuestión cultural vinculada con la religión está muy arraigada en Corrientes”, por lo que “suele ser difícil encontrar oposición a muchas de estas prácticas” que se dan en el ámbito estatal, sobre todo en los colegios. Aseguró que “los ritos religiosos tienen una impronta muy fuerte”, pero que suelen ser “excluyentes para aquellos que no las practican”; ejemplificando que “en muchas escuelas se reza antes de entrar”.
Respecto a la declaración del Mes de la Biblia, Sartor opinó que la misma puede ser “discriminatoria” en el sentido de que “la Biblia no es un texto compartido por todas las religiones”. “Quizá si la propuesta era ‘el mes de las religiones’ podría llegar a ser más inclusiva, pero tampoco abarca a quienes no profesan algún culto”, agregó.
“La educación pública debe ser laica, pero Corrientes se inserta en medio de un montón de coordenadas culturales y prácticas que pueden ser discriminatorias”, sintetizó la docente. “Se suelen supervisar estas cuestiones, pero lo cierto es que en las escuelas se sigue rezando. Uno puede dejar de rezar cuando hay controles, pero los objetos físicos (Ndr: en referencia a las imágenes) no se pueden sacar”, finalizó.
Vale recordar que el año pasado hubo polémica en la Facultad de Derecho, porque el decano Mario Villegas consensuó retirar una imagen de la Virgen María con el personal no docente de la casa de estudios, para que este se siguiera haciendo cargo de su cuidado, pero en otro ámbito.