En septiembre, los salarios formales volvieron a perder frente a la inflación: aumentaron 1,9 % frente a una suba de los precios, según el Indec, del 2,8 %.
Para octubre, la suba nominal de los salarios registrados podría mejorar por el cierre de muchas paritarias pero el “desafío” es mayor porque la inflación trepó al 3,8 % y las canastas básicas entre un 5,7 y 6,6 %.
En lo que va del año, luego de la mejora salarial inicial de casi el 14 % por los aumentos por decreto, con la pandemia y la cuarentena, en los 7 meses de marzo a setiembre los salarios de los trabajadores registrados aumentaron el 9,8 % y la inflación el 17,2 %. Eso implica que en 7 meses los salarios cayeron un 6,3 % con relación a la inflación.
Los datos salariales corresponden al Ripte (Remuneración Imponible para Trabajadores Estables) que elabora la Secretaría de Seguridad Social en base a las declaraciones de las empresas. Esa medición considera los salarios con aportes (jubilación, salud) por lo que los aumentos “no remunerativos” o sin aportes, muy generalizados en las paritarias, no se contabilizan en esa medición, según lo informó ayer el periodista Ismael Bermúdez en el diario Clarín.
(JML)