2010 - 4 de marzo de 2020
A pesar de que pasaron 10 años de tu partida, no logramos superar el dolor de no tenerte y no se va de nuestro corazón la angustia de no verte. Pero sabemos que Jesús y tu amada Virgen de Itatí te llevaron con ellos y al saber que no podés estar en mejor lugar, nos esforzamos por hacer a un lado nuestra tristeza. Dios nos da fortaleza y con la constante oración seguiremos afrontando esta realidad, papá querido, gestor de la unión familiar. Por eso nos hacés tanta falta. Que sigas descansando en paz. Elevaremos una oración en tu memoria. c/892