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Rasgos de ayer, el atí

A un ave no se la arroja como a un búmeran; sin embargo, las alas de los atíes recuerdan a veces ese tipo de armas. Este domingo volamos hasta el pasado con la licenciada María Gabriela Quiñónez. Aquí hablamos de una mínima porción de rasgos que dejaron en Corrientes los 150 años de la Guerra de la Triple Alianza. 

Por Paulo Ferreyra

Abel Fleita

Especial para El Litoral

Blanco, gris, negro y amarillo son los colores que combinan en esta gaviota de agua dulce que besa el mar. El atí (Phaetusa simplex) -vale el siguiente detalle- posee el nombre más corto entre el millar de especies de aves que habitan la Argentina. Sólo hacen falta tres letras para nombrar a esta especie de la familia laridae, conformada por gaviotas, gaviotines, escúas y rayadores. 

El atí mide 36 centímetros y al ver sus alas desplegadas en el viento, observamos en su dorso el color negro en los extremos, luego blanco hacia el centro y una suave tonalidad gris que se va acentuando hacia el cuerpo y la cola. 

En la cabeza, la corona y loral son negros, pero antes de llegar al pico amarillo es atravesado por un fino blanco característico del plumaje. Al describir al atí, conviene recordar a una especie que en ocasiones puede acompañarlo: el gaviotín chico común (Sterna superciliaris). A simple vista podemos identificarlo como uno de ellos; sin embargo, este mide 22 centímetros, es decir, 14 centímetros menos que el atí. Además, un detalle a tener en cuenta es la frente y media ceja blanca presente en el gaviotín. 

A los atíes los podemos encontrar en lagunas, ríos y humedales, en gran parte del norte y centro del país. Según el lugar y momento, es factible que lo observemos solo, en pareja o también en bandadas, ya que se caracteriza por ser sociable.  

Para alimentarse recorren en vuelo las aguas, además de posar sobre postes y perchas, donde realizan la paciente espera. En las tardes de calor, verlas volar detenidas para lanzarse a la presa, parecen tener un doble sentido, el chapuzón y el pez. Si alguna vez encontramos a varios individuos vocalizando al mismo tiempo, para interactuar de forma mental con ellos podremos preguntarles, ¿a quién quieren? Dirán: atíí, atíí, atíí.

Guerras

“En la historia de América Latina no hubo un conflicto bélico en el que pelearan tantos hombres, ni uno en el que murieran tantos, como la Guerra de la Triple Alianza. Argentina, Brasil y Uruguay perdieron a unos 120.000 hombres. Pero la verdadera tragedia la vivió el país que enfrentó a estas tres potencias aliadas hace un siglo y medio: Paraguay, el perdedor de la contienda. Para ese país no fue sólo una derrota militar, fue una masacre que algunos historiadores consideran un genocidio. Las cerca de 280.000 víctimas paraguayas representaban más de la mitad de la población de ese país. La vasta mayoría eran hombres, así que vieron arrasada su población masculina”, así comienza un artículo de Veronica Smink, BBC News Mundo, Cono Sur, donde a principios de marzo recuerdo los 150 años de la guerra. 

En diálogo telefónico con la licenciada María Gabriel Quiñónez, nos habló sobre el impacto de esta contienda bélica aquí en la ciudad de las siete puntas. “La guerra impactó sobre la sociedad correntina en múltiples aspectos. Se podría hablar que en lo social, lo económico y sobre todo en la vida política de Corrientes. En cuanto al aspecto económico habría que decir que hubo un auge,  sobre todo cuando la guerra se traslada a territorio paraguayo, toda la ciudad de Corrientes permanece como retaguardia y como base de las fuerzas aliadas. El viejo Teatro Vera, por ejemplo, se había convertido en hospital. Al darse esa situación aquí se generó un movimiento económico porque la guerra causa necesidades de abastecimiento para los alimentos, las armas, entre otros aspectos. Muchas casas comerciales de Buenos Aires establecieron sucursales en Corrientes, explica. 

En cuanto al aspecto social y político cabría mencionar que hubo movimiento en la ciudad. Se generó también la presencia de periodistas, cronistas, fotógrafos, se forjó una especie de cosmopolitismo en torno a la Guerra. “Hay que decir que esta fue una de las primeras guerras que se fotografía en América. En el frente mismo de batalla había publicaciones periódicas del lado paraguayo”, explica. 

“En un trabajo que estoy haciendo consulté en el Archivo General de la Nación, en la parte de las colecciones particulares, hay documentos de matrimonios que pertenecen a la iglesia que deberían estar en la Catedral de Rosario. Por alguna razón, esos documentos llegaron a manos privadas. Estos expedientes, a lo largo de los años 64, 65, 66, 67, revelan la cantidad de matrimonios que se realizaron entre hombres y mujeres, sobre todo mujeres de Corrientes con uruguayos, brasileros y extranjeros. Este impacto se dio en las clases populares y también en las élites”, agrega. 

Lazos 

El vínculo económico, social y político de Corrientes con Paraguay era muy fuerte. Hubo aquí lo que se llamó paraguayismo, un sector de la sociedad que después conformara la élite del Partido Autonomista, mantuvo lazos con los paraguayos que invadieron Corrientes. Al respecto, hay trabajos de otros historiadores que ahondaron en este tema. 

“Una consecuencia que dejó la guerra también es la relación entre autonomistas y liberales en la provincia. La misma posguerra será más encarnizada. Si buscás en internet ‘gobernadores de Corrientes’, te sale la nómina desde Juan Torres de Vera y Aragón hasta el último. Si mirás la lista de mandatarios después de la guerra verás lo difícil que era formar gobierno, que alguien acceda legalmente. Había mucha conflictividad. Había muchas facciones y no hubo liderazgos fuertes hasta que se impuso el liderazgo de Vidal entre los autonomistas”, agrega Quiñónez. “Aquí hubo paraguayismo. Sectores importantes de la sociedad que estaban a favor de la causa paraguaya”, subraya 

Investigación 

María Gabriel Quiñónez es licenciada en Historia, docente e investigadora. Actualmente se encuentra embarcada en dos proyectos. Por un lado, investigar cómo Las Cautivas se convirtieron en el símbolo de la guerra. Un trabajo en el proceso de construcción que se dio como heroínas de la patria. Por otro lado, junto con una colega suya, uruguaya pero radicada en Francia, estudian la conformación de la Asociación de Veteranos de la Guerra del Paraguay. “Me encargo de los veteranos argentinos y ella de los uruguayos. La asociación argentina se crea en Buenos Aires y la uruguaya en Montevideo. Por esos años, finales del siglo XIX, todavía había reclamos de veteranos y familiares de la Guerra de la Independencia”, concluye. Desde hace varios años existen textos sobre no ficción o novelas históricas que hablan sobre acontecimientos del pasado. Al respecto, la historiadora advirtió que esos textos sirven como motores de estímulo, pero para conocer verdaderamente la historia hay que consultar libros de especialistas e historiadores. “Cuando hay conmemoraciones de hechos históricos, la literatura puede acercarnos a determinados acontecimientos. Pero no podemos enlazar un relato histórico en una novela, aquí prima la escritura creativa y no el rigor del dato que rige los textos de historia”, explica. 

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Búmeran

Está claro que a ninguna ave se la puede arrojar como un búmeran. Sin embargo, las alas de los atíes recuerdan a veces a ese tipo de armas, sobre todo por esa marcada estrechez y longitud que se destacan en su cuerpo corto. 
Las fotografías que hoy nos acompañan fueron tomadas en años diferentes. La del atí en cielo celeste es de una tarde de laguna. Siempre que los lugareños no se acercaran demasiado, el ave permanecía posado sobre el poste, esperando el momento para obtener la alimentación. Luego aprovechaba el viento y desaparecía en contados aleteos. Ratos después volvía al lugar. 
El registro más reciente es de atíes en un banco de arena, durante el último enero. Pueden verse cerca de 35 ejemplares empezando a levantar vuelo. Por las características observadas, el lugar podía estar siendo utilizado como dormidero, sobre las aguas bajantes del Paraná.  Luego de mucho e intenso sol, un oasis alado recarga las energías y toma las riendas del largo camino.