Hace 30 años fallecía el bailarín César “Puchi” González en una peregrinación

Se conmemora hoy el 30° aniversario de la muerte del bailarín folklórico César “Puchi” González, y por eso se celebra en Corrientes el Día de las Danzas Folklóricas desde 1995. Por impulso de sus colegas, el Concejo Deliberante de la Capital designó este día como fecha para recordarlo.

En la memoria de sus compañeros de la delegación siempre se lo representa como ideal del vigor de un bailarín folklórico, indispensable para conformar un espectáculo completo de artes escénicas. Cerca de 10 mil trabajadores de la danza en general hay en Corrientes, según un relevamiento reciente, quienes en la actualidad en su mayoría se encuentran sin poder trabajar, y debido a la informalidad, sin generar ingresos.

Fabiana González es una bailarina folklórica de Corrientes con reconocimiento internacional, profesora de danzas también. Ella fue una de las integrantes del ballet y delegación junto a César González, y aunque no había un director en ese grupo, claramente el sobresaliente era César: “Era una autoridad al momento de ensayar”, según explica Fabiana. De lo que aprendió en esos años cuando era adolescente, a Fabiana le sirvió para impulsar el reconocimiento de las danzas folklóricas, lo que la llevó a conseguir en 2017 un diploma de Honor y Mérito de la Confederación Mundial de la Danza.

En los 80 todos pasaron por la academia municipal, convirtiéndose luego en profesores. “Seguimos peleando desde distintos lados para darle prioridad al bailarín folklórico, para ser bien remunerados, por ejemplo”, dice Fabiana González, mientras prepara un audiovisual para recordar el 30° aniversario de la muerte de su compañero César González.

El bailarín fue uno de los cinco que lograron salvar sus vidas en el accidente de Bella Vista, el 8 de septiembre de 1989. Ese día sus compañeros de ballet lo dejaron durmiendo en el colectivo, no querían molestarlo y pensaron que podía seguir descansando hasta el momento del espectáculo. De modo que no se explican cómo a pesar de estar durmiendo en el momento del impacto, pudo salvarse.

Pero un año después, antes de asistir al homenaje por el accidente en Bella Vista, César decidió peregrinar hasta la Basílica de Itatí, llevando como una ofrenda una zapatilla que le quedó de la noche trágica. En ese camino un rayo lo mató. “La Virgen le regaló un año más”, sostiene Fabiana.

Fabiana atesora los mejores recuerdos de su compañero, desde la calidad humana hasta la profesional, que “siempre veía lo positivo” y su temperamento práctico para solucionar los problemas, porque “para lo único que no hay solución es para la muerte”, decía Puchi. 

(IB)