Se reunieron el presidente Pedro Castillo y su gabinete entre las ocho y once de la noche el viernes en el Palacio de Gobierno. No era la cita habitual del consejo de ministros, sino una convocatoria de urgencia en un contexto de inestabilidad política y con el tipo de cambio de dólar más alto en la historia económica. El Gobierno del maestro rural de izquierda asegura desde que llegó al poder hace dos meses que respeta la propiedad y la inversión privada, sin embargo, el primer ministro Guido Bellido ha medrado la confianza empresarial después de amenazar al consorcio que opera el principal yacimiento de gas con “recuperar” el recurso si no aceptaba renegociar el contrato de la concesión. La mayoría de sus pares en el gabinete ha desaprobado y rechazado su amenaza en público.
En ese cónclave, varios ministros cuestionaron directamente a Bellido por difundir anuncios e información que no ha sido vista en el consejo de ministros, y por coordinar actos de su función con personas que no forman parte del Gobierno. La alusión fue a Vladimir Cerrón, el neurocirujano leninista y exgobernador regional de Junín que lidera Perú Libre, formación a la que Castillo llegó como invitado a fines del 2020 para ser candidato presidencial. Cerrón está impedido de tener cargos públicos debido a una sentencia por corrupción. Sin embargo, su poder en el gabinete es más que evidente. La oposición cree que se trata de un presidente en la sombra.
(AG)