El acto con el que ayer el Gobierno conmemoró los 38 años del regreso a la democracia estuvo marcado por una fuerte polémica tanto por su costo como por las denuncias de “partidización” de la fecha.
De acuerdo con estimaciones realizadas desde el Frente de Todo, el acto costó 40 millones de pesos. Este desembolso fue cuestionado por la oposición, que destacó que son momentos en que el país atraviesa una profunda crisis económica y social, y negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pago de su deuda.
La diputada y exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal publicó en Twitter: “Mientras que el 40% de los argentinos vive en la pobreza, el Gobierno gasta 40 millones de pesos en un acto partidario en la Plaza de Mayo. Más alejados de la realidad que nunca”.
El acto, no obstante, tomó un tinte partidario que despertó cuestionamientos por parte de distintos sectores de la oposición.
El diputado radical, Mario Negri, criticó el uso de la fecha y sostuvo: “La democracia de 1983 no es hija del peronismo. Es hija de todos los argentinos. No es legítimo que quieran reescribir la historia. El PJ debería primero arrepentirse de la amnistía de Luder a los genociadas, de negarse a integrar la Conadep y de militar el No a la paz con Chile”.
Se sumó la presidenta del Pro, Patricia Bullrich: “10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos Humanos y de la Restauración de la Democracia. Que el Gobierno lo festeje solo es antidemocrático. La antítesis de lo que debe hacerse. Celebran la democracia de manera antidemocrática”.