La promesa de gestionar vacunas anticovid destrabó el sorpresivo paro de choferes

Doce horas duró el paro de los trabajadores del transporte urbano ayer en la ciudad de Corrientes. Se levantó por la tarde luego de que se adelante una parte de las deudas salariales y tras el compromiso de la empresa Ersa por intermediar en la gestión de vacunas contra el covid-19. 

El servicio se normalizó a partir de las 17 de ayer, en base al acuerdo conseguido por los choferes autoconvocados. El gremio mayoritario, la Unión Tranviarios del Automotor (UTA), evitó su apoyo a la medida de fuerza y, al igual que la empresa, la consideró ilegal. 

Los trabajadores comenzaron a primera hora su reclamo, con retención del servicio, por una deuda de $10.000 correspondientes a dos cuotas del ajuste paritario 2020. 

Por la tarde la empresa les depositó $2.500 y el viernes próximo podrán cobrar otro tanto. En cuanto a los $5.000 restantes, lo recibirán con el siguiente salario. 

Además, exigieron que la campaña de vacunación anticovid abarque a los choferes en función. El reclamo se fundamentó en los últimos casos registrados entre los trabajadores y con complicaciones en la internación en el hospital de campaña. 

Ahora los choferes autoconvocados confían en la postura que asumió el Grupo Ersa con la intención de gestionar las vacunas. “La empresa se comprometió a ser intermediarios, es cierto que no tienen nada que ver, pero nosotros nos estamos arriesgando en la calle”, aseveró uno de los conductores en diálogo con El Litoral. 

Mientras tanto, la cancelación de los salarios de los choferes continúa supeditada al desembolso de subsidios nacionales para el transporte urbano.

Por su parte, las líneas 101 y 110, correspondientes a la empresa Turismo Miramar, realizaron sus recorridos normalmente. 

(IB)