El Departamento de Innovación Tecnológica del Instituto de Cardiología de Corrientes presentará al Ministerio de Salud de la Nación un prototipo de lámpara ultravioleta para la desinfección de barbijos N95. Los primeros pasos del desarrollo lo hicieron con financiación provincial y esperan una aprobación del organismo sanitario para la producción en serie.
“La lámpara está pensada para colaborar en la reutilización de los barbijos N95, que son los ideales por su ajuste y calidad adecuada. Pero estamos obligados a reutilizarlos porque al principio de la pandemia eran pocos y fueron pensados para un solo uso”, detalló el jefe del departamento, Héctor Santiago Manzolillo.
El proyecto responde a la necesidad global de descontaminar los barbijos, advertida por las organizaciones mundiales de salud desde el inicio de la pandemia. Por esto, eligieron la esterilización por luz ultravioleta, que no daña el material de los barbijos, según pudieron comprobar. El Departamento de Innovación Tecnológica del Instituto de Cardiología de Corrientes funciona desde febrero de 2018 y, con intercambios en la Universidad de Buenos Aires, llegaron a la conclusión de la falta de demostraciones de la esterilización de barbijos con luz ultravioleta. Entonces, decidieron emprender la fabricación de la máquina.
“Para que podamos ofrecerla a donde hiciera falta, tuvimos que demostrar su efectividad, con insumos baratos, y de manera fácil”, indicó el cardiólogo al aire de la radio LT7.
De acuerdo con Manzolillo, también participó del desarrollo del proyecto el doctor en Bioquímica y especialista en salud pública, Luis Merino, director del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste.
“Con un cultivo de germen trazador, que no produce enfermedad, hicimos pruebas de tipo ciegas. Pudimos ver que en pocos minutos la máquina mataba un germen más duro que el coronavirus”, detalló.
También realizaron pruebas con 31 personas para ver si los barbijos cambian su forma bajo la luz ultravioleta. La última comprobación, y más compleja, fue para buscar modificaciones en la permeabilidad y filtración. Por su parte, el Ministerio de Ciencia y Técnica de la provincia apoyó económicamente la fabricación del prototipo. “Nos costó 30 mil pesos y tardamos un año”, detalló Manzolillo.
Todavía no avanzaron con la producción en serie de la lámpara, porque esperan la aprobación del Ministerio de Salud de la Nación, junto con la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el organismo que incentivó las investigaciones técnicas en todo el país para enfrentar la pandemia.
Anteriormente, el Gobierno de Corrientes presentó en mayo del 2020 una serie de respiradores de transición para emergencias covid-19, dispositivos que fueron ensamblados por profesores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Nordeste.
(IB)