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Presencias invisibles que no detectamos

A través de la historia de la humanidad se han comprobado numerosos casos de manifestaciones del más allá que no tienen una explicación lógica y racional y plantean un auténtico desafío para la ciencia, que no cree en todo aquello que no puede ver ni tocar. Las casas o mansiones embrujadas son el punto central de estos extraños fenómenos.
Impactante. Las casas y mansiones encantadas presentan raros hechos.

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral

Una de las azafatas de la compañía Aviaco que habitualmente se alojan en el mítico Hotel Corona, de Aragón, hoy Meliá, contaba una impactante experiencia paranormal que le tocó vivir. Aseguran que la habitación 510 está encantada, muchas no han sido capaces de pasar la noche allí, en medio de terroríficas voces y llantos de ultratumba. En este hotel, como muchos recordarán, fallecieron 79 personas en 1981, como consecuencia de un pavoroso incendio. Quién sabe, pero quizás los habitantes de la habitación 510 no pudieron salir del coloso en llamas y perecieron calcinados. Aún hoy sus espectros siguen morando en la habitación, buscando abrir las ventanas que aquel trágico día parecían selladas por el fuego abrasador, convirtiendo aquella y otras habitaciones, en crematorios para vivos. Pero veamos cuáles fueron las declaraciones y testimonios de la azafata mencionada: “Yo no sabía nada de esa habitación, pero una noche que me tocó dormir allí, sentí la opresión de una extraña presencia. La sentía continuamente en la ventana, intentando abrirla, como si no pudiera hacerlo. No me podía quedar dormida porque me parecía cuando estaba por tomar el sueño, que alguien se inclinaba sobre mí. Pensé que eran mis nervios y una mala pasada de mi imaginación, pero resulta que al comentárselo a una compañera, ésta me dijo inmediatamente: “Has estado en la 510, allí sucede algo, no eres la única a la que le ha pasado esto, a muchas compañeras les sucedió algo similar.”

Las casas embrujadas y poltergeist han sido a lo largo de la historia un enigma muy difícil de explicar, pero con el tiempo la aparición de investigadores serios fue aclarando en cierta medida la aparición de estos extraños fenómenos. Pero no son nuevos, ya desde  la época de Platón existían y él los definía como “almas errantes que encantan tumbas y monumentos donde a veces son vistos tales fantasmas”. Más acá en el tiempo, 2500 años después, el prestigioso investigador Scott Rogo, baluarte de la moderna parapsicología, dijo que “un lugar encantado puede definirse como cualquier edificio habitado en el que se producen brotes de fenómenos físicos, es decir apariciones, ruidos, movimientos físicos de objetos, voces, corrientes de aire, incluso sensaciones extrañas. Por regla general, a lo largo del tiempo, estos efectos serán observados por más de un ocupante o visitante de la casa. Ahora bien, habría que diferenciar lo que es una casa encantada de un poltergeist.

La principal diferencia entre uno y otro fenómeno estriba en que los poltergeist parecen estar ligados a un agente o foco determinado tras una investigación, mientras que los fenómenos que suceden en una casa encantada, se producen independientemente de los sujetos que la habitan. Hay otras diferencias más: los poltergeist no suelen sobrepasar el año de duración y son fundamentalmente diurnos, la fenomenología asociada a las casas encantadas, que incluiría además apariciones fantasmales, dura más de un año y es eminentemente nocturna. En 1882 un grupo de hombres de ciencia decidió fundar la SPR (Sociedad para la Investigación Psíquica) en Londres. Por aquel entonces Europa asistía al auge del espiritismo que había logrado interesar tanto al vulgo como a los intelectuales. La SPR pretendía investigar meticulosamente algunos de los misteriosos fenómenos que, normalmente, al amparo del espiritismo, se producían cada vez con mayor intensidad. Una encuesta a la sociedad concluyó que el 10% de la población había tenido alguna vez una experiencia inexplicable.

Muchos casos

Hubo muchos casos investigados desde la fundación de la Sociedad, alguno más importante que otro, pero de entre ellos se destaca el de la familia Procter, que habitaba la residencia adyacente a la fábrica de harina de Willington, comenzó a asistir a los desconcertantes fenómenos desde el otoño de 1834, cuando su tranquilidad se truncó como consecuencia de silbidos, pasos y relojes que sonaban sin causa aparente. Las camas llegaron a levitar, los objetos se movían de su sitio, un blanco rostro apareció en la barandilla de la escalera y el espectro de una mujer ataviada de blanco, con un transparente vestido, que se asomaba por el marco de una ventana de la casa. Los Procter la abandonaron 13 años después, cansados y atemorizados de todos estos fenómenos que estaban  sucediendo a menudo. Los siguientes inquilinos, según las investigaciones de la SPR, también asistieron impotentes a todos los misteriosos que seguían sucediendo. La casa fue finalmente demolida en 1890. Sus ruinas enterraron el misterio, pero también la explicación a los desconcertantes fenómenos.

Otro caso impactante fue el sucedido en una pequeña vivienda californiana de Canoga Park. Un muchacho se encontraba escuchando música en la cama. De pronto una puerta de madera de su habitación se abrió y oyó como invisibles entidades avanzaban con paso firme sobre el parqué de la vivienda. Durante los siguientes días la cama sufrió violentas sacudidas. Fue el comienzo de una larga serie de fenómenos: música de violín en medio de la noche, voces desconocidas que se escuchaban de repente, desaparición misteriosa de objetos y ruidos sordos procedentes de ningún sitio. Investigando se descubrió que tiempo atrás, la casa fue habitada por un ministro protestante que convirtió el lugar en un estudio destinado a la celebración de bodas. Luego de un tiempo, los fenómenos cesaron y no se supo si volvieron a aparecer.

Por lo general se piensa  que quienes creen en historias fantasmas y aparecidos son personas crédulas, ingenuas o débiles de mente, pero a lo largo de la historia del hombre se ha comprobado que efectivamente estas cosas suceden habitualmente y que incluso convivimos con ellas a veces sin darnos cuenta de ello. 

Se dice que sin pruebas, nada puede afirmarse. Pero resulta que en los últimos tiempos los fantasmas, gracias a los modernos medios tecnológicos, han sido grabados y filmados en videos, grabadores sensibles de última generación grabaron voces desconocidas que confirmaron que sin duda hay algo más allá que no vemos, que escapa a nuestros sentidos. Como dice el conocido refrán: “No creo en las brujas, pero que las hay, las hay.” Un tema polémico. 

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