El Tribunal de Juicio de Paso de los Libres dará a conocer esta mañana la condena a Ramiro Benítez (29) quien es juzgado por el salvaje asesinato del contador Brian Alejandro Zábalo, en marzo del año pasado en la ciudad fronteriza.
La semana pasada el cuerpo tribunalicio determinó la responsabilidad penal del único imputado por el delito de “homicidio agravado por ensañamiento”. En tanto que descartaron lo de “emoción violenta” planteado por la defensa.
En los alegatos, la doctora Susana Ferreyra, defensora oficial de Benítez, dijo que el cuchillo introdujo en la escena a Zábalo y que este último amenazó de muerte a Benítez “si ventilaba su condición sexual”. Arguyó que el imputado “se obnubiló de manera transitoria, ya que no se encontraba consciente al momento del hecho, ni posteriormente”.
En el inicio de las conclusiones, la defensora relató que Ramiro y Brian se conocieron en la fábrica de Garavano, lugar donde trabajaron en el 2017.
Luego de entablar una relación de amistad, ambos comenzaron a salir juntos, y, en una charla que mantuvieron, reconocieron su bisexualidad, informó el portal de noticias Confirmado.
En sintonía con lo declarado por Ramiro Benítez en debate, prosiguió Ferrreyra, comenzaron una relación sentimental, en la cual se produjeron encuentros sexuales.
“En diciembre del año pasado, Benítez aceptó su homosexualidad”, acotó la defensora.
Sobre lo ocurrido previamente al hecho sangriento, según la defensa, “ese día Brian insistió en concretar una cita, sumando a una chica, a lo que Ramiro se opuso”. Tras encontrarse los dos y salir a dar una vuelta en auto, “Brian detuvo el auto y le insinuó a Ramiro mantener una relación sexual”, a partir de allí, continúa la narración, “se produce una discusión entre ambos dentro del auto, momento en que Ramiro amenazó a la víctima con ventilar su condición sexual. Eso provocó que Brian lo amenazara con que lo mataría si contaba todo”.
A partir de este relato, la defensa ensayó la hipótesis de que el agresor fue Brian Zábalo y que este último fue quien introdujo el cuchillo en la escena, “quien tenía lesiones defensivas era mi defendido, y no Brian”, agregó.
En referencia al informe cadavérico, dijo que “no determinó si la muerte fue provocada por la primera o última puñalada, no hay prueba de ello”.
Sobre los guantes de látex encontrados en el allanamiento de la vivienda del imputado, la defensora dijo: “¿Quién no tiene guantes de látex en su casa?”. También respondió al planteo del fiscal sobre los mensajes borrados del celular del acusado a Brian, “cuando a uno no le interesa una conversación la borra, eso no induce a que sea culpable de algo”.
Por otra parte, cuestionó el procedimiento policial porque a su defendido no le leyeron sus derechos cuando fue detenido, “ni lo dejaron ser asistido por un abogado”, remarcó.
En cuanto al hecho puntual que se juzga, Ferreyra sostuvo que “Ramiro se obnubiló de manera transitoria, no se encontraba consciente al momento del hecho, ni posterior”, y añadió: “Mi asistido se encontraba en un momento de disminución de su comprensión”.
Para la defensa se trató de un “homicidio en estado de emoción violenta”. Ferreyra hizo mención a los rasgos de “esquizofrenia” del imputado, surgidos del informe pericial practicado. Por su parte, el abogado querellante Sebastián Pardo aseguró que la prueba en contra de Benítez es abrumadora y pidió al Tribunal la pena de reclusión perpetua.
(NG)