La especie considerada como monumento natural de Corrientes fue rescatada a los 10 días de vida y continúa sus tratamientos en el Centro de Conservación Aguará. El ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) bautizado como “Dibu”, sufría de una miasis en su ombligo, fue operado y ahora se encuentra en observación. Una vez que se recupere será liberado en su hábitat natural.
Mientras se disputaba el mundial de fútbol en Catar, este ciervo de los pantanos fue encontrado caminando, perdido, por las calles por los vecinos de Mburucuyá. Con preocupación llamaron de manera inmediata al Centro de Conservación Aguará para su pronto rescate. Al encontrarlo, los rescatistas decidieron llamarlo “Dibu” en honor al arquero de la selección argentina Emiliano Martínez.
Un 7 de diciembre llegó al área de cuidados con 10 días de vida, el ciervo también conocido como guazú pucú tenía miasis (una infección parasitaria por larvas de mosca) en su ombligo. En el Centro Aguará se iniciaron las curaciones y tratamiento con analgesia y antibióticos. Desafortunadamente se presentó una Onfalitis (inflamación del ombligo) que derivó en una intervención quirúrgica para que termine de cerrar la herida y cicatrice de manera más rápida.
Catalina Mancedo del Centro Aguará indicó a El Litoral que: “Dibu lo lleva muy bien, subió de peso, está hiperactivo y se lo pudo cambiar a un recinto externo. Le faltan meses en rehabilitación porque es muy pequeño, pero cuando sea el momento se lo va a devolver a la naturaleza”.
Desde su llegada recibe los cuidados necesarios para que su crecimiento sea saludable, se encuentre fuerte y preparado para volver a su hábitat natural. De esta manera, según señalan, se encuentra evolucionando de manera favorable en transición a una alimentación sólida. Debido a que cuando llegó solo tomaba leche y ahora comenzó a comer diversos pastos.
“Ahora está teniendo conductas típicas de su especie, por eso hay gente vestida o disfrazada como fantasmita o tapada la cara para que no nos relacione como un estímulo positivo y pueda crecer lo más alejado al ser humano de la manera posible”, señaló Mancedo a El Litoral.
El guazú pucú se encuentra en peligro de extinción por lo que es sumamente importante preservar su especie y que estos puedan habitar de manera autónoma. Este animal habita en los Esteros del Iberá de la provincia de Corrientes y la destrucción de su hábitat y la caza son las principales amenazas que enfrentan sus poblaciones.
(VT)