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El enigmático caso del jugador NBA Bison Dele

Por El Litoral

Domingo, 26 de noviembre de 2023 a las 01:00
Presencia. El físico imponente de Bison Dele, en la época de su apogeo en los Bulls.

Por Francisco Villagrán
[email protected]
Especial para El Litoral

Era un pivote de 2.06 m de altura y 106 kilos, labios gruesos, facciones duras y unos penetrantes ojos verdes. Brian Williams, como se llamaba al comienzo, era también el dueño de una historia increíble. Desde que llegó a la liga demostró ser diferente, tenía inquietudes extra deportivas y alma de artista, probablemente heredadas de su padre, que era cantante de soul. Brian sabía tocar el saxofón, el violín y la trompeta y amaba la lectura. Uno de sus autores favoritos era Niestzche. Decía que “debíamos considerar perdido cada día en el que no hayamos bailado al menos una vez.” En otra ocasión refiriéndose al trompetista Miles Davis señaló: “Ojalá yo tuviera por el básquet la pasión que él tenía por la música.” Tras dejar Orlando y pasar dos temporadas en Denver, en Los Angeles Clippers, se vio la mejor versión de su récord. Esto le alcanzó para que en 1996 los Bulls lo fueran a buscar para que ocupara un puesto importante en el equipo. Allí formó una muy buena relación con Jordan. En playoffs Brian tuvo una participación muy activa, casi a la par de las grandes figuras del equipo. El título que logró en 1997 no lo cambió. Lo que sí cambió para él fue el nombre, como un homenaje a su ascendencia aborigen, desde entonces pasó a llamarse Bison Dele.
Un día de 1999 se cansó de no ser feliz picando una pelota y renunció al vínculo que había firmado con Detroit a más de 30 millones de dólares para dedicarse a la vida que de verdad le apasionaba. Pese a que las mujeres lo perseguían y que había llegado hasta salir con Madonna, solo una mujer lo cautivó lo suficiente: una morocha de rulos y ojos azules llamada Serena Karlan. En ella encontraba la paz que jamás tenía con su hermano, Kevin, quien también se había cambiado el nombre: pasó a llamarse Miles Dabord y vivía a la sombra de los logros de su hermano. Tenía la costumbre de alejarse de la familia, pero se acercaba cuando la necesitaba, fundamentalmente en términos económicos.
En el 2002 Serena se trasladó a Nueva Zelanda, luego de varios intentos de Bison por convencerla de unirse a sus travesías. La pareja se fue a Tahití, en la paradisiaca Polinesia Francesa. Un día, de la nada, apareció Kevin. Quería unirse a su hermano y a su pareja en las aventuras. Bison, muy sorprendido por esto, no pudo decirle que no. La mañana del 6 de julio del 2002, el barco que había comprado zarpó del puerto de Papeete, la capital de Tahití, con destino a Hawaii. A bordo iban el ex basquetbolista, Serena, su novia, el francés Bertrand Saldo, capitán de la embarcación y Dabord. Durante los primeros tres días, hubo tres llamadas satelitales desde el navío, luego se cortaron las comunicaciones y nadie supo más nada Diez días después de aquella salida algunos testigos vieron que un catamarán atracó en la bahía de Phaeton. Tenía algunos daños en su estructura y un nombre anterior borroneado a la altura de la popa “Hukuna Matata”. Así había bautizado Dele a su barco. El 5 de septiembre el Departamento de Policía de Phoenix, Arizona, detuvo a un hombre, que con documentación de Bison Dele había intentado comprar monedas de oro. Era su hermano. Ese día las autoridades cometieron un error que impediría llegar al fondo de la cuestión: lo dejaron ir al no poder ubicar a Bison para confirmar que lo hubiera autorizado. Diez días más tarde un hospital de Chula Vista, California, recibió un paciente desde México con una sobredosis de insulina. El día 26, al hombre, identificado como Kevin Williams (en realidad Miles Dabord) se le quitó la asistencia respiratoria mecánica. A la noche siguiente se lo declaró fallecido.
La conclusión del FBI, pese a que el caso hasta hoy no se cerró, fue que Dabord, con el objeto de asumir falsamente la identidad de su hermano, lo mató e hizo lo propio con la novia y el capitán del barco, para luego tirarlos al mar. Nunca se podrá confirmar esta versión, sobre todo porque no hay testigos y todas son presunciones. Lo cierto es que tres personas desaparecieron o murieron asesinadas por Dabord. Todos los secretos y la verdad se fueron a la tumba con Kevin, y aparentemente al fondo del mar con Bison, el campeón de la NBA que había elegido otra vida, pero que lamentablemente todo le salió mal. Quizás las autoridades cometieron un grave error al dejar ir al sospechoso que hubiera sido el único que podía aclarar la situación, dado lo complejo del caso. Pero las cosas se dieron así y no hay manera de volver atrás. La única explicación lógica es la versión esgrimida por la autoridades y el FBI. 
Esto causó conmoción en el mundo del deporte y especialmente el básquet, teniendo en cuenta la implicancia que tuvo Bison Dele en la época más destacada de los Chicago Bulls. 

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