Por Francisco Villagrán
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Especial para El Litoral
Muchos lo llaman “Club de los 27” y también le agregan “Club de los 33” porque entre esas edades marcan el fin de muchas grandes figuras de la historia, lo que significa que son letales. Entre ellas hay figuras como Amy Winehouse, Jimmy Hendrix, Janis Joplin y en el ámbito local “el Potro” Rodrigo Bueno, Gilda. En otro ámbito están Alejandro el Grande, Eva Perón, la estrella de las artes marciales Bruce Lee y el mismo Jesucristo, quienes perdieron la vida a los 33 años. ¿Casualidad o coincidencia? Cuestiones del más allá. Pero todo tiene una explicación razonable. Científicos y especialistas en salud coinciden en que el ser humano llega a la madurez entre los 26 y los 30 años de edad. Es entonces cuando nuestra neocorteza cerebral culmina su maduración y al mismo tiempo dejamos de producir hormonas del crecimiento en grandes cantidades, situación que afecta la producción de serotonina y dopamina, venciéndonos desde el punto de vista físico. En tanto, es un proceso neurológico e interno que suele llamarse “la edad del desencanto”. En esta línea varios son los estudios que determinan que la neurosis de los 30 se desencadena en cada persona de forma diferente. Es decir que algunos se adaptan al mundo, otros se resisten, otros se autodestruyen y hasta se suicidan. Muchos coinciden en que de manera inevitable a los 30, un poco antes o después, somos conscientes de que la juventud terminó y debemos adaptarnos a nuevas formas de vida, la adultez y la vejez, que inexorablemente vienen por nosotros. En esos momentos de la vida se alcanza el climax físico, pero también se padece con el cuerpo, un equilibrio que contrasta con la mente perturbada.
Según diferentes estudios, a los 27 y hasta los 33, en los cerebros que tienen cualidades artísticas desarrolladas, viven constantes situaciones del desencanto que tiene profundidades misteriosas. Sin dejar de considerar el fuerte consumo de drogas y alcohol, en toda la sociedad, tenemos un cóctel explosivo, aclaran los investigadores. Pareciera que nuestras vidas están involucradas en este azaroso juego bioquímico, donde no siempre nuestras facultades coinciden con nuestras voluntades.
Por tanto, al cumplir los 30 o acercarse a esta edad, se evidencia un cambio de estructura dramático. No sólo el número 27 es signo de muerte y suicidio, el año 33 de nuestras vidas trae consigo una fuerza enigmática. Para muchos este es el año o momento en que se define nuestra vida futura.
Se trata de una era de renacimiento que consiste en dejar nuestros cuerpos, ya sea de una extraña y misteriosa forma, con el fin de trascender en el espacio/tiempo de la vida.
Numerología
Como sucede con todas las vibraciones maestras, los 33 atraen hacia sí las vibraciones cósmicas que inspiran a los verdaderos y guías espirituales de la humanidad. Están llenos de ideas, inquietudes artísticas, intelectuales y espirituales, pero la más importante y más fuerte de sus motivaciones será la del maestro que siente la necesidad de llevar sus conocimientos y su propia luz a los demás.
La Masonería. Sinónimo de evolución y realización humana, el 33 ha gozado de la mayor admiración y reverencia en toda sociedad que se llame evolucionada o de vanguardia. Se dice que representa el número de vértebras del ser humano y que es relativo a la evolución de la especie, es la edad de Cristo, los 33 grados de la masonería. Por su parte los Gnósticos decían que “tenemos 13 articulaciones en el cuerpo, tobillos, rodillas, caderas, muñecas, codos, hombros y cuello El número de los discípulos y Jesús (13) más los 7 chakras del cuerpo, suman 29. Tenemos 20 dedos, contando manos y pies. Cuando sumamos los 20 dedos de los manos y pies con los 13 movimientos del cuerpo encontramos el número maestro 33.
El centro del número 33 es el 7 que representa los 7 chakras. Jesús descendió su cuerpo superior de luz en presencia de sus discípulos iniciados y se convirtió en la síntesis de los 32 bloques químicos edificantes de inteligencia.
Se puede decir sin temor a equivocarse que cuando el reloj de la muerte marca su hora, nadie se salva, o dicho en otras palabras más entendibles, “todos venimos con fecha de vencimiento”, solo que no sabemos cuándo ocurrirá nuestro fin. Un número importante de músicos fallecieron por diferentes circunstancias a los 27 años. Hace más de 2.000 años Jesús era crucificado a los 33 años y su muerte cambió la historia del mundo. Entre aquellos que dejaron esta vida a los 33 años se destacan, además de Cristo, la emblemática Eva Perón y el icónico rey de las artes marciales, el inolvidable Bruce Lee.
Datos destacados del 33
l 33 es la cantidad de vértebras que se cuentan cuando los huesos del coxis de una espina humana normal se toman individualmente.
l El elemento químico del arsénico tiene un número atómico de 33.
l Alejandro el Grande falleció a los 33 años, cuando estaba en pleno reinado.
l Eva Perón también murió a los 33 años.
l 33 años es el nombre de una canción de Julio Iglesias y Extensión 33 el nombre de una canción de Yoko Ono.
l 33 es el grado mayor de la masonería.
l La expresión “Diga 33” se atribuye a una práctica común en el examen médico, porque permite la reverberación de las distintas partes del aparato respiratorio (tráquea, cuerdas vocales, alvéolos).
l En el Islam los musulmanes creen que los habitantes del cielo viven eternamente y tienen 33 años como una edad fija.
l Miguel Angel tenía 33 años cuando comenzó a pintar la famosa Capilla Sixtina.
l El rey David reinó en Jerusalén durante 33 años.