Hoy a las 20 en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura Provincial, Salta 545, se llevará a cabo la “Primera Muestra de Escudos Heráldicos” del plástico Miguel Maccarini Cigersa. La exposición, que fue declarada de Interés Legislativo y Municipal, cuenta con 42 escudios heráldicos de apellidos enraizados en España, Francia, Alemania e Italia, entre otros países que el artista quiso destacar luego de cinco años de investigación y cuatro de labor artesanal en su taller particular.
En su visita a El Litoral en el día de ayer (martes), Miguel Maccarini expresó que, ante la posibilidad de plasmar su tarea en un libro o hacerla más gráfica, se decidió por esta segunda opción.
“La gente no tiene mucha idea de lo que es un escudo de armas de familia, supone que está relacionado con la realeza o algo así. Los nobles y los vasallos tenían y tienen sus escudos, su origen y su descendencia y de eso se trata este trabajo en particular, de mostrar cómo evolucionaron los apellidos “ilustres en Europa” y llegaron a América compartiendo con las más disímiles actividades o rubros laborales, un mismo apellido”.
En esta manera de rendir homenaje a los predecesores, los 42 escudos se exhiben luego de un proceso de elaboración en el cual el artista trabajó solo y ayudado por muy pocos elementos, lo que hace todavía más artesanal el trabajo. Cada uno fue naciendo como parte de la historia en que se basó su investigación y cada escudo está fundamentado con fuentes fidedignas.
Pieza por pieza, en metal esmaltado y respetando la simbología, Miguel Maccarini se valió de pequeñas panoplas de madera para darle más cuerpo y utilizó como herramientas, unas cizallas de hojalatero, un punzón y un martillo.
Técnico en Administración de Empresas, artesano y artista “de alma y de años”, este cambacuacero quiso dejar testimonio de apellidos como Juan Torres de Vera y Aragón, Mantilla, Vedoya, Perichón de Vandeuil, Cabral de Melo y Alpoín, Llano, Alonso, Travaini, Benitez y D’Antioquia entre otros.
En su visita a El Litoral en el día de ayer (martes), Miguel Maccarini expresó que, ante la posibilidad de plasmar su tarea en un libro o hacerla más gráfica, se decidió por esta segunda opción.
“La gente no tiene mucha idea de lo que es un escudo de armas de familia, supone que está relacionado con la realeza o algo así. Los nobles y los vasallos tenían y tienen sus escudos, su origen y su descendencia y de eso se trata este trabajo en particular, de mostrar cómo evolucionaron los apellidos “ilustres en Europa” y llegaron a América compartiendo con las más disímiles actividades o rubros laborales, un mismo apellido”.
En esta manera de rendir homenaje a los predecesores, los 42 escudos se exhiben luego de un proceso de elaboración en el cual el artista trabajó solo y ayudado por muy pocos elementos, lo que hace todavía más artesanal el trabajo. Cada uno fue naciendo como parte de la historia en que se basó su investigación y cada escudo está fundamentado con fuentes fidedignas.
Pieza por pieza, en metal esmaltado y respetando la simbología, Miguel Maccarini se valió de pequeñas panoplas de madera para darle más cuerpo y utilizó como herramientas, unas cizallas de hojalatero, un punzón y un martillo.
Técnico en Administración de Empresas, artesano y artista “de alma y de años”, este cambacuacero quiso dejar testimonio de apellidos como Juan Torres de Vera y Aragón, Mantilla, Vedoya, Perichón de Vandeuil, Cabral de Melo y Alpoín, Llano, Alonso, Travaini, Benitez y D’Antioquia entre otros.
