Es que desde la Dirección de Bromatología de la Comuna capitalina, indicaron que durante los primeros días del año se labró una serie de infracciones a comercios del rubro alimenticio por la comercialización de productos alterados a raíz del corte de la cadena de frío que permite su conservación.
Al respecto, el jefe de laboratorio del área de Bromatología, Néstor Muzzio, señaló a El Litoral que una detección muy frecuente registrada por los inspectores en los diferentes operativos de control a locales de venta de comida es que “lácteos y derivados se ven afectados porque los constantes cortes de luz produjeron un cese de la cadena de frío recomendable para su mantenimiento”.
Y si bien “los alimentos están envasados al vacío, si su conservación está por encima de los cinco grados de la temperatura recomendable, los microorganismos empiezan a reproducirse, generando malestar en el consumidor, como diarreas, vómitos, entre otras indisposiciones”, explicó el profesional.
Asimismo, Muzzio indicó que cada vez que se corta la cadena de frío, “el producto ya está alterado, pero no lo suficientemente para visualizarse”. Por ello, desde los operativos que esta área lleva adelante, comentó que se hace hincapié en fiscalizar cómo es el mantenimiento de los locales del rubro respecto de los alimentos que requieren frío.
Manipulación
Otra de las infracciones más frecuentes detectadas por este organismo se refiere a la mala manipulación de los alimentos. “Utilizan el mismo cuchillo para cortar carnes como así también para las verduras con las que se prepararán ensaladas, sin lavarlos”, ejemplificó. También contó de locales que utilizan huevos cuyas cáscaras contienen materia fecal. “Así su costo es mucho menor, pero puede afectar a la salud. Generalmente detectamos en hamburgueserías”, dijo.
En consecuencia, Muzzio señaló que en el laboratorio se reciben denuncias de quienes aseguran intoxicarse con alimentos ingeridos en determinado lugar. “Pero no son casos graves”, aclaró.
Al respecto, recomendó que “el médico que lo atiende debe solicitar un análisis etiológico de la materia fecal para confirmar el caso y ver el grado de contaminación del alimento, sino siempre queda en elemento sospechoso”, aclaró.
Por otra parte, el médico veterinario comentó que en lo que va de enero, se labraron diez infracciones a locales de comida. “No sólo por cuestiones bromatológicas, sino también por incumplimiento en las normas para la habilitación”, añadió.
Finalmente, Muzzio recomendó al consumidor “asegurarse de que los alimentos que compre ya preparados hayan estado bien refrigerados”; asimismo “elija aquellos comercios en los cuales el personal utiliza guantes, cofia y barbijo para manipular los productos”.
Una vez realizada la compra, “se debe llevar los alimentos inmediatamente al domicilio y guardarlos en la heladera hasta el momento de ingerirlos”, sugirió. Y si bien desde Bromatología se encargan de controlar el manejo de los locales de comida, “el mejor inspector que puede haber es el mismo consumidor y el peor castigo es no comprar en determinado lugar”, finalizó el profesional.