A la edad de 90 años dejó de existir en la ciudad de Buenos Aires, el 9 del actual, el doctor José Rafael Cáceres Monié, un hijo por elección de Curuzú Cuatiá. Se sintió siempre un curuzucuatiense más, ya que nació en Paraná (Entre Ríos) el 6 de julio de 1918.
Realizó sus estudios universitarios en la Universidad del Litoral en Santa Fe y al mismo tiempo se afilió a la Unión Cívica Radical. Durante el transcurso de su carrera tomó la responsabilidad de hacerse cargo de los campos de su familia, la que proviene de uno de los funda-dores de Curuzú Cuatiá, el Comandante José Andrés Casco y Mendoza.
En 1945 alternando sus tareas rurales con la Universidad se graduó de abogado y al año siguiente se casó con María Antonia Calabrese, quien ejerció la docencia como profesora en distintos colegios secundarios de nuestra ciudad. Es la madre de sus 5 hijos, Estela, José Antonio, Jorge y María. Con ciertas intermitencias vivieron en Curuzú por espacio de 20 años.
En 1946 acompañó como flamante abogado a don Antonio Chiappe quien fuera designado comisario departamental de Curuzú. Junto con su amigo Jorge Enrique Arballo se constituyeron en los primeros abogados de los Tribunales en Curuzú Cuatiá en 1948.
Tuvo activa participación en los sucesos acaecidos en 1955 y al bifurcarse la Unión Cívica Radical en dos sectores, el acompañó desde el comienzo al doctor Arturo Frondizi, quien al acceder a la Presidencia, lo designa Subsecretario de Obras Públicas y luego Subsecretario de Defensa. En los últimos 10 días de su gobierno, Frondizi lo nombró Secretario General de la Presidencia.
Durante el gobierno del general Onganía, en 1966, fue designado Embajador en el Paraguay, cargo que ejerció hasta 1969. Después pasó a ocupar el Ministerio de Defensa, en el que permaneció durante las presidencias de los generales Levingston y Lanusse, hasta 1972.
De allí en más continuó alternando la metrópolis con su actividad rural en Curuzú Cuatiá.
Una intensa vida la de José Rafael Cáceres Monié. Al cumplirse este 28 de octubre los 100 años del nacimiento de su gran amigo político, Arturo Frondizi, coincidirán en una recordación en la elevada tribuna celestial en que su comunión de ideales sin duda seguirá vigente eternamente.
Momentos claves
En 1961, tras la visita del ‘Che’ Guevara al presidente Frondizi, fue el doctor Cáceres Monié quien después de un respetuoso rodeo le informó que había “malestar” en las Fuerzas Armadas por su encuentro con el revolucionario. “Aplazado” -contesto el doctor Frondizi remedando un ademán escolar-. No es el ‘Che’ sino el Ministro de Industrias del Gobierno de Cuba. Sin embargo, menos de 7 meses después, Frondizi era derrocado.
De esos días decisivos la familia Cáceres Monié conserva un manuscrito en el que dejó plasmado los ires y venires, y varias conversaciones de las figuras que transitaron el despacho presidencial para que las futuras generaciones tuvieran acceso a los detalles que rodearon a aquel trascendente momento histórico.