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Avena negra para pasar el invierno

Por El Litoral

Jueves, 30 de mayo de 2013 a las 13:57
María Pereira y Luis Gándara, de la EEA y la AER Inta Corrientes, respectivamente, elaboraron un informe sobre esta alternativa para los sistemas ganaderos del Noroeste de Corrientes durante los meses invernales.
En este caso, las pasturas tienen bajas tasas de crecimiento y se producen faltantes de forraje en esta estación, disminuyendo no solo su producción sino también su calidad, generando deficiencias marcadas principalmente en lo que respecta a proteína.
Para superar este período de deficiencia en cantidad y calidad existen muchas alternativas, entre ellas, la siembra de verdeos como la avena negra (avena srtigosa), opción que viene creciendo año a año en superficie implantada. Esta especie es reconocida por sus características de rusticidad, buena producción de forraje, precocidad, capacidad de macollar y posibilidad de siembra temprana. Se desarrolla en una amplia gama de suelos, sin embargo prefiere aquellos con buen drenaje, donde no se produzca anegamiento del terreno.
En el mercado de los verdeos en los últimos años se vienen desarrollando otros verdeos, como ser avena blanca (avena sativa) de porte más erecto, menos macolladora y casi todas las variedades de esta especie tienen tendencia a encañar si se la siembra temprano; produce mucho grano, de excelente calidad, superior a la avena strigosa.
Resultados de ensayos realizados durante el año 2012 en la EEA Inta Corrientes, reportan rendimientos entre 1.500-2.000 kilogramos de materia seca por hectárea (KgMS/ha) para las variedades Calen y N16 respectivamente.
Manejo
La época de siembra va desde otoño hasta fines de invierno, siendo lo más recomendado sembrar para nuestra zona desde el 1 abril al 15 mayo. Siempre teniendo en cuenta que se deben evitar los calores de fines del verano y disponer de humedad en el suelo
La densidad de siembra recomendada es de entre 60 a 80 kilogramos/hectárea (kg/ha) (150-200 plantas/m2). Es importante realizar análisis de la semilla para conocer su valor cultural y en función de esto ajustar la densidad.
El fósforo es imprescindible sobre todo en el norte de Corrientes, se recomienda agregar como mínimo 100 kg/ha de superfosfato o fosfato diamónico, incorporado al momento de la siembra. Luego, será necesaria la fertilización con nitrógeno. La mejor respuesta se logra fraccionando la aplicación, la recomendación es una aplicación temprana para activar el macollaje con dosis de 50 kg/ha de urea (30-45 días de sembrado); y otra para incrementar el rebrote con 50 kg/ha de urea luego del primer pastoreo. En ensayos realizaron en la EEA Corrientes se probaron diferentes densidades de siembra y tratamientos de fertilización. En ellos se observó que la densidad de siembra utilizada tuvo un bajo impacto sobre la producción de materia seca, en cambio se destacó la importancia de una buena fertilización desde la siembra y durante el crecimiento de las plantas logrando un cultivo con buenos rendimientos de materia seca.
“Las ganancias de peso esperadas en este recurso en un periodo de 100 días es de 60 a 100 kilogramos por cabeza, este resultado estará en función de la carga (animales/ha y kg/ha) como así también del paquete de fertilización. A esto siempre debemos sumar manejo, sanidad y genética”, señalaron tras la experiencia.
Además, se puede observar que en un año normal las mejores ganancias se lograr con la máxima aplicación de fertilizantes, pero esto a su vez tiene otros beneficios, como ser la cantidad de raciones generadas por tratamiento, para el caso del testigo solo se podría recriar 2 vaquillas de 200 kilos durante 100 días (mas campo natural), mientras que con fertilización de fósforo y fósforo mas nitrógeno se podrían recriar 6 y 8 vaquillas respectivamente durante el mismo periodo, por lo que la superficie necesaria para la recría será menor (menor costo de laboreo, personal y otros).

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