Por Pablo Epifanio
para cars.com.ar
Musculoso, deportivo y elegante al mismo tiempo, el GLA llegó a nuestro mercado para engrosar la oferta SUV de la categoría premium. Mercedes-Benz desarrolló este modelo en base a la plataforma del Clase A, la misma utilizada por el sedán CLA. Su aparición apunta a captar el perfil de cliente que busca un vehículo cómodo para el uso diario, con cierto espacio para viajar seguido, y con buenas aptitudes para bajar del asfalto y encarar por caminos rurales o llegar hasta un lugar del paisaje que lo atrape, siempre que no sea demasiado extremo. Queda claro que es un modelo de lujo con un plus versatilidad, lo que técnicamente también se conoce con el nombre de crossover.
ADN Mercedes
El diseño es uno de los fuertes del GLA. Trompa alargada, parabrisas inclinado, techo que cae desde el parante central y luneta angosta con un corte trasero bien pronunciado. El resultado es una figura con marcados nervios, bastante atlética y decididamente distinguida.
La parrilla tiene los dos listones con apliques cromados que llevan todos los nuevos Mercedes-Benz, con el revitalizado logo de la estrella en el centro. Las ópticas son filosas en la parte que apunta hacia la parrilla y combinan bixenón con una “pestaña” de Leds para luces diurnas y otra tira en la parte superior para los guiños intermitentes. El aluminio está presente en varios sectores, en especial en parte baja del frontal, en las barras de techo y en el difusor/chapón trasero que envuelve a las salidas de escape de formato rectangular.
El despeje acusa 16 cm, una medida acorde con las intenciones aventureras del modelo que para completar dicha aspiración cuenta con protecciones plásticas en la base de los laterales. Las llantas de 18 pulgadas calzan neumáticos 235/50 tienen un diseño (5 rayos dobles) que acompañan al equilibrio de deportividad/elegancia. El baúl ofrece de 421 a 836 litros con los respaldos traseros abatidos, un volumen lógico para el tamaño de la carrocería.
Vida a bordo
Cuero y metal son los materiales que dominan el habitáculo que no presenta detalles objetables. Con una plancha frontal similar a la del Clase A, muestra dosis de sobriedad y estilo sport por partes iguales. Las salidas de aire circulares en marcadas en aluminio son el sello más clásico de los modelos de la marca germana.
El instrumental es bien sobrio, con dos generosos cuadrantes analógicos, uno para velocímetro y combustible, y otro para tacómetro y temperatura. El sector central está reservado para la información digital de la completísima computadora y de la segunda opción de velocímetro. Con un grip ideal, el volante forrado en cuero (con partes perforadas) tiene comandos para el ordenador, el equipo de audio y el teléfono, y se ajusta en altura y profundidad. Las dos butacas delanteras se regulan de modo eléctrico y permiten grabar hasta tres posiciones en la memoria. En la parte superior de la plancha central viaja la pantalla tipo tablet (demasiado expuesta para mi gusto) que agrupa navegador, audio y ajustes del vehículo, funciones que se comandan desde la rueda colocada en la consola central.
El espacio trasero es algo ajustado, en especial en altura, por ende son plazas aconsejables para personas de estatura media o bien niños directamente.
Equipo de primera
La dotación es amplia y, si bien no debería sorprender por la categoría y precio del modelo, se planta como uno de sus principales atributos. Techo eléctrico doble; climatizador bizona; sistema de audio con reproductor de CD, MP3, Bluetooth, y conexiones AUX y USB; baúl con sistema eléctrico de apertura y cierre; cruise control; asistente de estacionamiento (Parktronic) y limitador de velocidad, entre lo más destacado. El listado del rubro seguridad también es bien nutrido. Airbags frontales, laterales delanteros/traseros, de cortina y de rodilla; apoyacabezas delanteros activos; controles de tracción y estabilidad; ganchos Isofix; monitoreo y alerta al conductor por cansancio; ayuda de arranque en pendiente; y control de presión de neumáticos, son los destacados.
Motor/caja
Naftero turbo de dos litros de cilindrada con 211 caballos de potencia y automática de doble embrague con siete marchas (7G-DCT). El trabajo de estos socios logra poner a la eficiencia entre los estandartes del GLA. El motor entrega 36 kgm de torque ya desde las 1200 rpm y hasta las 4000 vueltas, lo que reporta parámetros envidiables de agilidad y elasticidad. La caja responde con pasos suaves y muy veloces, y se puede manejar desde las levas detrás del volante.
La velocidad máxima indicada por la fábrica es de 230 km/h, mientras que en la prueba de 0-100 km/h cumplió satisfactoriamente con 7 segundos. El consumo no se desentona con 10,7 litros cada 100 km en ciudad y 7,7 litros en ruta.
Ruta y tierra le sientan bien
El buen despeje al que se hacía mención al comienzo en combinación con el equilibrio del diagrama de suspensión, permite un comportamiento dinámico que prioriza el confort, pero que no le “saca el cuerpo” a los tramos que plantean cierta dificultad. Por un lado hace del viaje en ruta un verdadero placer por la suavidad y estabilidad, con una dinámica exquisita en el copiado de curvas y cambios de ritmo, mientras que en el escenario urbano responde con gran solvencia en la absorción de golpes y sale airoso al travesar badenes o lomos de burro. Debajo del asfalto se muestra confiable, sólido, y sortea sin despeinarse los huellones de los caminos de tierra. Esta versión 250 4Matic tiene un sistema de tracción integral permanente de reparto automático que brinda un plus de agarre para alguna incursión que incluya determinados desafíos, siempre y cuando no sean demasiado extremos. Para un off road light cuenta con control de descenso en pendiente.
Terreno exclusivo
Este GLA 250 4Matic llega a la Argentina a 126.900 dólares, claramente afectado por el impuestazo, para posicionarse como una alternativa dentro de una categoría premium que tiene como integrantes al Audi Q3, el BMW X1 y el Range Rover Evoque. Para los que no pretendan gastar tal suma, la marca de la estrella ofrece la versión 200 (con motor 1.6 de 156 CV y menos equipamiento) a 106 mil billetes verdes. Salvo la garantía de 2 años que no condice con el nivel del producto, este SUV alemán tiene todos los ingredientes de un auténtico modelo premium con los beneficios de la versatilidad, la que le permite un uso dual.
A favor
- Confort a bordo
- Diseño
- Performance motor/caja
- Equipamiento
En contra
- Sin auxilio/ neumáticos Run flat
- Espacio en plazas traseras
- Garantía
- Visibilidad general