Caso Ramoncito: diez condenados a perpetua y una prófuga de la Justicia

Pareciera que siempre queda una rendija abierta en la causa del brutal crimen del niño mercedeño, Ramoncito González, de 12 años, ocurrida los primeros días de octubre de 2006, en lo que habría sido un ritual satánico. Este jueves fue condenado a cadena perpetua Daniel Alberto Alegre. El Tribunal Oral lo consideró “coautor penalmente responsable en el homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía premeditada por dos o más personas, abuso sexual y gravemente calificado”.

Con este caso, son 10 las personas condenadas por la misma causa, sin embargo una permanece prófuga. Se trata de Mabel Patricia “Patilla” López, quien era enfermera en Mercedes y también terminó seriamente comprometida con la causa.

La situación fue muy particular ya que en el primer juicio oral cuya condena se conoció el 29 de marzo de 2011, el Tribunal de la Cámara en lo Criminal de Mercedes, absolvió a esta mujer, al igual que a Fermín Reynaldo Sánchez a quien llamaban Pai Alberto.

Recién seis meses después el Superior Tribunal de Justicia de Corrientes, revocó el fallo y ordenó la detención de ambos, al considerarlos también responsables del homicidio de Ramoncito y les impuso igual pena que los demás.

Desde entonces la enfermera “Patilla” López está desaparecida y ahora figura como prófuga de la ley.

La condena había recaído sobre Esteban Iván “Lai” Escalante, Yolanda Martina Bentura, César Carlos Alberto Beguiristain, Ana María Sánchez, Claudio Nicolás “Bete” González, Jorge Carlos Alegre y Osmar Osvaldo Aranda. 

En ese primer juicio, declararon 150 testigos y duró unos seis meses. El querellando, Marcelo Hanson, había hecho la elevación a juicio con la siguiente carátula: “homicidio triplemente calificado por haberse cometido con ensañamiento, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas en concurso real; delito de abuso sexual con acceso carnal, además de privación ilegítima de la libertad”.

Luego de esa primera condena, restaba hallar a Daniel Alegre y cuando todo parecía indicar que se esfumó, lo ubicaron en la localidad cordobeza de Unquillo, donde trabajaba como inspector de Tránsito del municipio. Fue el 11 de mayo de 2001, quien tras ser apresado fue llevado a Mercedes para ser juzgado y condenado.