SALUD
Comprueban el efecto de la vitamina D contra la artritis reumatoidea
Una científica del CONICET Rosario comprobó que el aumento en la dosis mejora el estado de personas que padecen esta enfermedad autoinmune y crónica.
Una científica del CONICET Rosario comprobó que un aumento en las dosis de vitamina D mejora el estado de personas que sufren artritis reumatoidea, una enfermedad que se manifiesta en adultos de ambos sexos, pero que es dos veces más frecuente en las mujeres.Se trata de la doctora Lorena Brance, especialista en clínica médica y reumatología, con un posgrado en Osteología.
Brance explicó que la artritis reumatoidea "es una enfermedad reumatológica autoinmune y crónica, la más frecuente de las artropatías inflamatorias, que puede manifestarse en adultos, tanto en hombres como en mujeres, pero es dos veces más frecuente en mujeres".
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una forma de artritis que causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Puede afectar cualquier articulación, pero es común en las muñecas y los dedos. Más mujeres que hombres padecen artritis reumatoide
Suele comenzar en la edad mediana y es más común entre los adultos mayores. Usted puede padecer la enfermedad por un corto período o los síntomas pueden aparecer y desaparecer. La forma severa puede durar toda la vida.
La artritis reumatoide es diferente a la osteoartritis, la forma común de artritis a edad avanzada. La artritis reumatoide puede afectar otras partes del cuerpo además de las articulaciones, como los ojos, la boca y los pulmones. Ésta es una enfermedad autoinmune, lo que significa que la artritis es el resultado de un ataque de su sistema inmunitario a sus propios tejidos.
No se conoce la causa de la artritis reumatoide. Los genes, el ambiente y las hormonas pueden tener un rol. Los tratamientos incluyen medicamentos, cambios en el estilo de vida y cirugía. Pueden disminuir o detener el daño en las articulaciones y reducir el dolor y la inflamación.
Tratamiento
Para abordar el tratamiento de forma completa, realizar actividad física, seguir un plan de alimentación saludable; así como tener contención familiar y social constituyen los pilares esenciales.
En cuanto a la alimentación, seguir una dieta saludable le permitirá al paciente mantener un peso adecuado y esto a vez contribuirá a:
* Prevenir daños articulares.
* Tolerar mejor los tratamientos
* Mantener la fuerza y la energía
* Proteger la función inmunológica y disminuir el riesgo de infecciones.
Un dato a tener en cuenta es que, mientras que deben evitar las grasas, las proteínas son, para estos pacientes, nutrientes especialmente importantes. Es que son fundamentales para la formación de músculos y huesos. Además, aportan gran cantidad de energía.
Por otro lado, la actividad física aumenta la sensación de bienestar y mejora la condición muscular. Esto le permitirá al paciente moverse con menos molestias, sin sobreexigir las articulaciones. Antes de iniciar cualquier programa de ejercicios conviene que se consulte al reumatólogo y que considere si es el momento indicado, ya que deberá evaluar el grado de inflamación de las articulaciones. Asimismo, el tipo de actividad física elegida debe ser acorde con las articulaciones comprometidas y hay que tener en cuenta las propias limitaciones.
Los ejercicios aeróbicos como caminar, andar en bicicleta o nadar son buenos para conservar las estructuras articulares y musculares. Entre todos ellos, la natación es la mejor opción: es la más completa de las actividades y presenta una menor posibilidad de perjudicar las articulaciones.
DESTACADO
El tipo de actividad física elegida debe ser acorde con las articulaciones comprometidas y hay que tener en cuenta las propias limitaciones.