El gobernador Gustavo Valdés se diferenció de algunos mandatarios que insistían en la posibilidad de que la Nación reduzca el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los servicios públicos. El correntino alertó: “ Hay que tener cuidado, el IVA es un impuesto que después se distribuye a las provincias. Actualmente nos toca un 40%”.
Ante la insistencia de algunas provincias, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, les envió ayer un email a los 24 ministros de Economía provinciales. Allí detalla cuál sería el costo fiscal para cada uno de los distritos de llevar a cabo la medida que proponen, según publicó el diario La Nación.
Según los números de Interior, la eliminación total del IVA sobre la luz, el agua y el gas (un impuesto coparticipable) implicaría resignar $39.997 millones que deberían ser distribuidos entre diversas dependencias estatales. En el escenario “de máxima”, con una inflación de 19%, el Tesoro perdería $12.520 millones, poco más de un 31% de los recursos en juego, seguido por Anses, con $5902 millones (de allí salen no sólo las jubilaciones, sino también los subsidios sociales).
Entre las provincias, la más perjudicada resultaría Buenos Aires, con un recorte de $4211 millones en los recursos que transfiere la Nación. Pero el beneficio para el usuario de servicios públicos también afectaría a distritos que no están gobernados por el oficialismo: Córdoba perdería $1801 millones; Santa Fe, $1851 millones; Chaco $940 millones; Tucumán $886 millones y Santiago del Estero, $770 millones.
Corrientes perdería más de 900 millones de pesos. Por eso Valdés insistió en que se continuará el reclamo por las regalías de Yacyretá. La Provincia pretende que se pague con más energía y entonces poder beneficiar a los usuarios de la Dpec. “La luz es cara, tenemos 100 mil consumidores residenciales, de esa cifra, 60 mil tienen tarifa diferenciada y los que tienen más ingresos no tienen tarifa social y es lo que más repercute en la cuenta de energía”, destacó Valdés en declaraciones a Corrientes al aire.