¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Qué es la puntuación de Apgar

Esta intervención temprana, sistematizada a partir de 1952, busca conocer rápidamente el estado físico del recién nacido y determinar la necesidad de cuidados médicos inmediatos. Todo lo que hay que saber. 

Por El Litoral

Jueves, 07 de junio de 2018 a las 04:00

El nacimiento de un hijo o de una hija puede ser uno de los momentos más intensos de la vida de una persona. Además de la emotividad y el proceso biológico que implica, se despiertan muchos temores vinculados a la salud del recién nacido. Para atender esos momentos, una de las primeras medidas que se toman con el bebé es la puntación de Apgar. ¿De qué se trata? 
La puntuación de Apgar es la primera prueba para evaluar a un recién nacido, que se lleva a cabo en la sala de parto inmediatamente después del nacimiento del bebé. Esta prueba fue desarrollada por la anestesista Virginia Apgar en 1952 para saber lo más rápidamente posible el estado físico de un recién nacido y para determinar cualquier necesidad inmediata de cuidados médicos adicionales o tratamientos de emergencia.
Por lo general, la prueba se le administra al bebé en dos ocasiones: la primera vez, un minuto después del nacimiento y la segunda vez, cinco minutos después del nacimiento. A veces, si el estado físico del bebé resulta preocupante o y si el resultado de la segunda prueba es bajo, se puede evaluar al bebé por tercera vez 10 minutos después del nacimiento.
Se utilizan cinco factores para evaluar el estado físico del bebé y cada factor se evalúa siguiendo una escala del 0 al 2, siendo 2 la máxima puntuación posible. Los factores son los siguientes:

•    aspecto (color de la piel)
•    pulso (frecuencia cardíaca)
•    irritabilidad (respuesta refleja)
•    actividad y tono muscular
•    respiración (ritmo y esfuerzo respiratorio)

Los médicos, las parteras y el personal de enfermería suman las puntuaciones de estos cinco factores para calcular la puntuación de Apgar. La puntuación que puede obtener un bebé oscila entre el 0 y el 10, siendo 10 la máxima puntuación posible.

¿Qué significa?
Un bebé que obtiene una puntuación de 8 o superior en la prueba de Apgar se suele considerar que tiene un buen estado de salud. De todos modos, el hecho de obtener una puntuación inferior no significa que el bebé esté enfermo o presente anomalías. Lo único que significa es que el bebé necesita algún tratamiento inmediato especial, como succionarle las vías respiratorias o administrarle oxígeno, para ayudarle a respirar, después del cual mejorará.
Cinco minutos después del nacimiento, se vuelve a realizar la prueba de Apgar. Si la puntuación del bebé era baja en la primera evaluación y se constata que no ha mejorado o al personal médico le preocupa el estado del bebé por otros motivos, el personal médico y de enfermería seguirá aplicando al bebé el tratamiento necesario y lo controlará atentamente. Algunos bebés nacen con afecciones que requieren cuidados médicos especiales y hay otros a quienes les cuesta más tiempo del habitual adaptase a la vida extrauterina. La mayoría de los bebés que obtienen puntuaciones de Apgar un poco bajas en la primera evaluación se acaban adaptando bien al cabo de poco tiempo.

Relativizar
Es importante que los padres primerizos consideren la puntuación de Apgar con cierta relatividad. La prueba se elaboró para ayudar a los profesionales de la salud a evaluar el estado físico de un recién nacido a fin de saber lo antes posible si el bebé necesita o no cuidados médicos inmediatos. No se elaboró para predecir el estado de salud, el comportamiento, el nivel intelectual, la personalidad ni el rendimiento a largo plazo de un bebé. Muy pocos bebés obtienen la puntuación máxima de 10, ya que sus manos y pies suelen permanecer azulados hasta que entran en calor. Y hay bebés completamente sanos que obtienen puntuaciones más bajas de lo habitual, sobre todo la primera vez que les realiza la prueba.
Hay que tener en cuenta que las puntuaciones de Apgar ligeramente bajas (sobre todo las que se obtiene un minuto después del nacimiento) son habituales en algunos recién nacidos, sobre todo los que nacen en partos de alto riesgo, tras una cesárea o en alumbramientos complicados. Las puntuaciones de Apgar bajas también son propias de los bebés prematuros, que suelen tener menos tono muscular que los bebés de término y que, en muchos casos, requieren más supervisión y ayuda respiratoria debido a su inmadurez pulmonar.
Si al pediatra de su hijo y  la partera les preocupa la puntuación de Apgar obtenida, ellos se lo harán saber y le explicarán qué puede estar provocándole problemas a su bebé, en caso de que los haya, y qué tratamiento está recibiendo.
Con el tiempo necesario para adaptarse a su nuevo ambiente extrauterino y vpm los cuidados médicos necesarios, la mayoría de bebés responden bien. Así que, en vez de centrarse tanto en una cifra, ¡dedíquese a disfrutar de la llegada de su recién nacido!
Más info kidshealth.org

DESTACADO
La prueba se elaboró para ayudar a los profesionales de la salud a evaluar el estado físico de un recién nacido a fin de saber lo antes posible si el bebé necesita o no cuidados médicos inmediatos.
 

Últimas noticias

PUBLICIDAD